Los españoles creen cada vez menos a los políticos. Y lo demostraron el miércoles y jueves pasado, cuando Zapatero y Rajoy se enfrentaron en el Congreso de diputados, en el quinto debate del Estado de la Nación. El español medio no dio ganador a ninguno de los dos, aunque los medios de comunicación social apoyaran más a Rajoy, quien criticó a Zapatero durante 35 minutos, sin ofrecer una sola alternativa, ganándose el presidente del PP la enemistad del resto de la oposición. Según Rajoy, nadie puede confiar en Zapatero porque “cambia de opinión y de discurso constantemente”. “Usted –le reprochó Rajoy– no cuenta con la autoridad moral para evitar sacrificios. Su tiempo se ha acabado, y lo sabe”. E insistió tanto en la convocatoria de elecciones anticipadas, que el presidente Zapatero le retó a presentar una moción de censura y reprochó al PP el afán de recuperar el poder cuanto antes, nunca de “arrimar el hombro”.
Zapatero, tratnado de contestar a todos los grupos.
Zapatero comenzó recordando la victoria del fútbol español en el último Mundial de Sudáfrica, apeló a “la ambición del país” para superar la crisis y, de manera subliminal, al “espíritu de La Roja”, pensando así llegar a “todos los ciudadanos”. Pero éstos no parecen subyugados por las palabras del presidente Zapatero ni por las elecciones anticipadas exigidas por Rajoy. Ambos, con crecientes caídas de la confianza en los sondeos, parecen más interesados en buscar el aplauso de los suyos que en convencer al electorado.
Mariano Rajoy, en el momento de su intervención. Foto de Manuel H. de León.
“No puede ni imaginarse el bien que haría al crédito de España con una simple medida –dice Rajoy, tras criticarlo todo y no aportar nada– El mejor servicio que puede hacer al país es convocar elecciones”. El presidente Zapatero le contesta que España “no le importa. Sólo sus intereses políticos y los de su partido”. Y acaba, entre gritos de “¡Disolución” y “Estás muerto”, proclamando su determinación de consumir todo su crédito político a cambio de la recuperación económica. “Si hubiera contradicción –insiste– entre los intereses de lo que necesita mi partido y lo que necesita España, yo optaré por lo que necesite España. Usted, en cambio, ha elegido pensar sólo en el tobogán electoral y, en ese camino, a usted le conviene lo que no le conviene a España. Yo voy a tomar las decisiones que España necesite, aunque sean difíciles, cueste lo que cueste y cueste lo que me cueste”.
Josu Erkoreka, portavoz del PNV.
Josu Erkoreka, portavoz del PNV, insiste en que el pacto de las izquierdas resulta inviable en estos momentos a causa de “la política de derechas” del Gobierno. Y se queja de ser simultáneamente “cortejado” y “burlado”, lo que termina por arrancar una solemne declaración de intenciones del presidente: “Mi voluntad política es llegar a acuerdos con el PNV. Si hay condiciones para una mayoría estable, me voy a emplear para conseguirla”. Los portavoces de CiU, ERC e ICV, advierten del refuerzo de las opciones independentistas. Durán repite la amenaza de provocar un adelanto en España, “una vez acabadas las reformas económicas, si el PSOE no es capaz de encontrar alianzas sólidas”. Resulta curioso ver a Zapatero, falto de estabilidad, flirtear con los nacionalistas. Intenta apaciguar los ánimos, expresando su comprensión hacia el “malestar” de los catalanes y su compromiso de buscar vías de desarrollo legal para aquellas cuestiones que, como la creación de un Consejo de Justicia, han sido declaradas inconstitucionales no por el fondo sino por la vía utilizada.
Joan Ridao, de ERC.
Joan Ridao (ERC) y Joan Herrera (ICV) responsabilizan directamente a Zapatero del recorte del Estatut. “A usted se le ha quemado el embrague –dice Ridao– de hacer marcha atrás. Empezó con ímpetu bravo en el Sant Jordi con el ‘apoyaré’ y ha acabado como un escurridizo Poncio Pilatos, lavándose las manos”. Ridao acusa a Zapatero de querer cerrar el Estado de las autonomías como lo hizo José María Aznar durante la legislatura de la mayoría absoluta del PP.
Joan Herrera, de ICV.
Joan Herrera (ICV) se declara “profundamente decepcionado” por la política económica de Zapatero. Le pregunta por la subida de los impuestos más altos y le recuerda al presidente que ha anunciado que el “nuevo impuesto” estaría “en pocas semanas”. Zapatero contesta que la nueva figura fiscal se abordará en el presupuesto del próximo año. Tanto para Gaspar Llamazares (IU) como para Joan Herrera (ICV), Zapatero ha abandonado definitivamente el progresismo. El presidente del Gobierno trata de suavizar el debate con un esfuerzo de comprensión por la reacción crítica catalana. Aunque de muy poco le sirve.
El jueves, segundo jornada del debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy se toma el día libre para “adelantar trabajo”. El jefe de la oposición decide quedarse en su despacho de la sede nacional del PP y no acudir a las Cortes. Prefiere dedicar la mañana “a ocuparse de temas pendientes y adelantar trabajo”, según explican sus colaboradores. Y preparar las resoluciones que su partido presentará y que se votarán el próximo martes día 20.
Blanco comenta que a Rajoy “le da pereza todo” y que, en la primera sesión, ya quedó “noqueado”. El ministro de Fomento le acusa de “despreciar al Parlamento” y de “abandonar sus responsabilidades”. Una de sus colaboradoras asegura que el día anterior, en su cara a cara con Zapatero, su jefe había realizado “muy bien” su labor, que él se encontraba “satisfecho” del papel que había realizado y que los suyos no consideraban “para nada” que fuera una falta de respeto no permanecer hasta el minuto final, sentado en su escaño. Pero, en el Gobierno y en las filas socialistas, no sienta bien el feo que Rajoy hace a los partidos. De los 153 diputados que cuenta el Grupo Popular, en su bancada, a primeras horas de la mañana sólo se ve a una veintena de ellos. Éstos se muestran igualmente sorprendidos por la ausencia de su jefe de filas pero se escabullen ante los periodistas para no tener que opinar. “Mejor que hubiese venido para hacerse la foto y así no habría habido problemas”, apunta uno de ellos, mientras Soraya Sáenz de Santamaría le quita hierro al asunto. A su juicio, la intervención del presidente ha sido “tan prescindible” como la del día anterior. “No ha dicho absolutamente nada, no ha dado ni una sola propuesta. Está apalancado en el sillón a ver si pasa el tiempo y tiene un golpe de suerte”. Trinidad Jiménez, la ministra de Sanidad, incide en la “falta de respeto” de Rajoy, quien “no presentó el día anterior ni una sola idea” y “hoy, ni se presenta”.
Al día siguiente, Maria Teresa Fernández de La Vega, vicepresidenta primera del Gobierno, defiende, en una entrevista en TVE, las medidas emprendidas por el Gobierno en los últimos meses. Y confirma la reforma fiscal para grabar las rentas más altas que se incluirá en “los presupuestos del año que viene”. Asegura que el Gobierno aún está evaluando “algunos impuestos” que irán contempladas en los Presupuestos Generales del Estado del año 2011. “Cualquier cuestión impositiva –advierte– hay que tenerla muy clara para conseguir el objetivo perseguido con plena precisión”. Dice que ya se han tomado medidas que afectan a los pensionistas y funcionarios pero que cualquier reforma impositiva se hará desde el punto de vista de la equidad y buscando que contribuyan más los que más tienen. Algo que la izquierda sigue esperando pero que no llega. Y pronostica que “tendremos el sistema más garantista y potente del mundo”. Unos buenos propósitos que siguen en el aire.
El ganador del Debate sobre el Estado de la Nación fue… Paul, el pulpo que predijo el ganador del Mundial. Así lo presenta Manuel M. Almeida, dibujado en su blog Mangas Verdes Aunque, en esta ocasión, Paul no ha precisado de urnas, ni de banderas, ni de contenedores de comida. Según el director de Sea Life, demostró pronto inteligencia, y afirmó que su peculiar forma de mirar a los visitantes les llevó a intentar comprobar su talento. El fenómeno mediático protagonizado por Paul ha hecho que los medios de comunicación consideren que ha superado en popularidad a la mascota oficial del campeonato, el leopardo Zakumi. Expertos en márquetin señalan que el octópodo podría generar en torno a 4.000.000 de dólares en publicidad, y consideran que Paul alcanza mayor resonancia mediática que ningún otro representante del reino animal. Tal fue así que, en los días posteriores al campeonato, la prensa informó que el Zoo Aquarium de Madrid tenía intención de incorporar al pulpo a sus instalaciones, realizando una oferta al acuario alemán, pero los responsables del Sea Life de Oberhausen manifestaron que el animal no sería vendido bajo ninguna circunstancia. Hoy, Paul manifiesta que el ganador del Debate es… él mismo.
Los socialistas ovacionan a Zapatero.
Manuel Rico, en su web “Trinchera Digital”, explica por qué ha ganado Zapatero: “El discurso inicial del presidente Zapatero fue decepcionante. Leído en tono monocorde, sin dedicar ni un solo segundo a denunciar la avaricia de especuladores y mercaderes, sin realizar anuncios de izquierda como la subida de impuestos para quienes tienen mayor patrimonio. Sus asesores defendían que era un discurso ‘realista’, pero la realidad es que fue más bien gris. Rajoy tenía todo a su favor, pero fracasó de nuevo. Su única propuesta fue pedir elecciones y Zapatero aprovechó esa obsesión electoral del líder del PP para vapulearlo sin piedad. ‘En estos dos años he hecho lo que creía que necesitaba España, usted sólo ha hecho lo que creía que le convenía a su persona y a su partido’, denunció rotundo el presidente. Y ahí ganó el debate, porque Rajoy fue incapaz de negar una evidencia que capta cualquier ciudadano medianamente avisado: que los dirigentes del PP disfrutan con cada dato negativo sobre el paro y sufren cada vez que hay una buena noticia para la economía española. Zapatero ganó, en fin, porque enfrente tiene a un perdedor. Y en ese flanco también golpeó a Rajoy, recordándole que la confianza de los ciudadanos se gana en las urnas, terreno donde el dirigente conservador mantiene su virginidad”.
Rajoy agradece la ovación de los populares.
El portavoz socialista, Antonio Alonso, ya lo había pronosticado desde la tribuna, al proclamar que “los españoles están hartos de la manera de de hacer política del señor Rajoy”. Desde su punto de vista, “provoca pasmo verle pedir elecciones anticipadas sin tener un programa de Gobierno alternativo”. No obstante, la derecha se siente cómoda con el ataque directo de Rajoy a Zapatero. Y, al final, el jefe de la oposición da las gracias por la ovación de los populares.
Tres días después del Mundial de Fútbol, Herrera dibuja el paulatino desinfle del balón. Y lo publica entre discursos y ovaciones de políticos que intentan convencernos a todos. Hoy, después de aquel sueño y de esta dura realidad, dibujantes y humoristas tratan de devolvernos la sonrisa. Son veintidós dibujos llenos de ingenio y agudeza, publicados durante esta última semana. Empezamos por los de Kap, Alfons López, Medina y Chipola.
Un Estado de la Nación carton-piedra.
Manel Fontdevila nos muestra: Las críticas a Rajoy por faltar en el segundo día al debate del Estado de la Nación, El español una semana después de haber ganado la Copa de Campeones del Mundo, El ataque al problema de la prostitución, El efecto de los grandes debates y Paul y el Tribunal Constitucional.
Territorio Vergara nos presenta: La Manifestación catalana, La gente rendida a los triunfos de la Roja, El debate, Váyase, señor González, Rajoy hace pellas, y La catástrofe del Metro.
Cerramos estas páginas con dibujos de Pep Roig: España Club de Fútbol, Los políticos a lo suyo, Condescendencia de los ricos, Iniesta faltó al Debate y ¿Trajes a medida en el Constitucional?
Y concluimos recordando tres vídeos político-humorísticos
En julio de 2007, cuando ZP prometía transferencias.
Febrero de 2008. Los dos partidos aprovechan una oportunidad de escribir sendos gags para caricaturizar a sus rivales
12 de enero de 2008 (Mas y Montilla, cara a cara)