Revista Deportes

¿Juegos de invierno Barcelona 2022?

Por Trinitro @trinitro

Hace un mes y algo, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu se desmarcó con la propuesta de realización de los Juegos de Invierno Barcelona – Pirineos. La verdad es que hubo algunos a los que la propuesta les ilusionó pero una parte bastante importante que reaccionaron a la contra: ¿se ha volado el cerebro? ¿cómo una ciudad mediterránea va a celebrar unos juegos de invierno?. Se suma esto al rebote de la candidatura de Zaragoza-Jaca (eterna aspirante a ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno por parte del COE), y a la sorpresa de los propios alcaldes de las principales de los pirineos catalanes que se sumaban a contrapié a la propuesta de Barcelona.

Rasos de Peguera, lugar donde se realizó la primera esquiada en España

A todo ello me gustaría, una vez aposentado el tema, dejar algunas reflexiones al respecto:

Una ciudad mediterránea, ¿puede ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno?

La misma pregunta se podría hacer con Turín que está a centenares de kilómetros de la primera pista de esquí y que celebró la edición del 2006 de los Juegos Olímpicos de Invierno o Zaragoza que está a unos 140 kilómetros de Jaca, y a unos 170 kilómetros de los dominios esquiables de Candanchú y Astún (Barcelona está a 150 del dominio esquiable de La Molina, donde se celebraron los mundiales de esquí este pasado año). Por no hablar que Zaragoza o Valencia, bastante más lejos fueron subsedes de las pruebas de Fútbol de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

La distancia cuando hablamos de un centenar de kilómetros no es una excusa. La propia candidatura de Zaragoza sería igual de cuestionable. Tampoco la meteorología y la climatología mediterránea. En Zaragoza no se podrá esquiar igual que tampoco en Barcelona si ganara los juegos del 2022. En Zaragoza van a celebrarse exáctamente las mismas competiciones que las que se celebran en Barcelona.

La gente no lo recuerda pero Barcelona está bastante cerca de amplias zonas del Pirineo Oriental y del Prepirineo. Teniendo las pistas de esquí más cercanas en la misma provincia de Barcelona (Rasos de Peguera, ahora mismo cerrada y Coll de Pal a tocar por el sur con el dominio de La Molina).

¿Qué demonios pinta Barcelona con unos juegos de invierno?

La idoniedad de Barcelona desde el punto de vista deportivo está bastante justificada. En deportes de montaña Barcelona y su entorno es un núcleo más que significado (no tiene que envidiar ni a Benasque ni a Jaca en el número e intensidad de ciudadanos y entidades federadas que practican deportes de alta montaña). Barcelona es sede del CEC y de diversas UEC (UEC de Gracia, Sants y Horta) con significados ochomilistas y con una intensa actividad alpinística. Es sede también de la FEEC, la federación de deportes de montaña más importante del estado, de los 80.000 federados a la FEDME, 30.000 son de la Federación catalana, la mayoría de ellos de la provincia de Barcelona.

Eso no quita méritos a la candidatura aragonesa, la FAM también es una de las federaciones más fuertes de deportes de montaña y sus clubes tienen un altísimo nivel en todas las disciplinas. Pero no deslegitima deportivamente que se practiquen unos juegos de invierno en Barcelona.

Por otro lado, fué en la Provincia de Barcelona donde se realizó la primera esquiada del estado, en lo que luego serían las pistas de Rasos de Peguera, el primer remonte y la primera pista en abrir fué la de La Molina, la más antigua del estado español. Lo cuál garantiza que hay tradición de más de un siglo de práctica continuada del esquí y de los deportes de invierno. Por otro lado, hay deportes de invierno (que seguramente terminarían siendo de exibición) donde el Pirineo oriental es un escenario especial como Pirena (¿alguien no se pregunta porqué la presentación se hace en la playa de Barcelona?) o la Copa de Europa de Raquetas de Nieve o trailrunning se suele celebrar en el Pirineo catalán, repartiéndose un año en el occidental catalán y al siguiente en el oriental.

Por otro lado Catalunya concentra a 2 de los 6 únicos equipos de Hockey sobre hielo de España (el Puigcerdà y el FC Barcelona), Barcelona tiene un equipo de Curling de la no tan exigua liga española.

Es decir, la tradición de Barcelona en deportes de nieve está más que garantizada. Igual que lo está en Zaragoza, evidentemente.

¿Serán necesarias un montón de infrastructuras que después no se utilizarán?

Barcelona cuenta con dos pistas de hielo, una de ellas es escenario de competiciones de patinaje artístico, curling y hockey sobre hielo. El Palau Sant Jordi es un equipamiento lo suficientemente versátil como para poder transformarse en un multiestadio de hockey, en un escenario de patinaje de velocidad, o incluso como se ha dado así de un campeonato de Snowboard.

Las infrastructuras hoteleras y logísticas ya existen: las necesidades de los medios, deportistas, aficionados están más que cubiertas por una ciudad con un volumen de plazas hoteleras que supo acoger unos juegos de verano (que mueven entre 4 y 5 veces más gente). También el Pirineo oriental cuenta con suficientes plazas hoteleras.

La Molina (que acogió la última copa del mundo de esquí), Massella, Vallter 2000 son las principales pistas del Pirineo oriental catalán, a las cuales sumar las más pequeñas de Núria, Coll de Pal o la actualmente inactiva pero que puede acoger pruebas de la duatlón de Raos de Peguera. Eso por citar las que están más a tiro de piedra. Un poco más en el interior de la Cerdanya catalana tenemos pistas de fondo de Lles y Aransa suficientes como para acoger las pruebas de esquí de fondo o de la duatlón.

Las instalaciones que no se tienen son la pista de saltos y la de bobsleight, aunque ya hubo una pista de saltos en Núria (y sería un encanto recuperarla :-) ).

Las instalaciones deportivas que se necesitan son ridículas en comparación con las olimpiadas de verano y para nada comparable con la faraónica apuesta de Madrid. Hay que considerar que estas carencias también aparecerían en la apuesta de Zaragoza o la de Granada. Ambas apuestas igualmente son bastante competitivas.

Puntos fuertes y débiles de la candidatura de Barcelona 2022

Entre los fuertes, pues evidentemente la buena huella de Barcelona 92. El excelente sabor de boca de las olimpiadas de verano es una marca que genera confianza para poder organizar cualquier evento deportivo. Saben que la ciudad responderá.

También la marca “Barcelona” está altamente prestigiada en el ámbito deportivo grácias entre muchos otros al FC Barcelona, y también en el escenario internacional Barcelona es una marca excelente (por mucho que Trias se dedique a querer desprestigiarla). Cualquier evento internacional de calado que cuente con el respaldo de Barcelona cuenta con un plus que no tienen otras ciudades.

La interconectividad de Barcelona es algo mejor que el de otras ciudades, y la conectividad con gran parte de las zonas del Pirineo donde se realizarían las pruebas es relativamente buena. Como mínimo el tren llega casi a pié de pista desde Barcelona al dominio de La Massella-La Molina, el túnel del Cadí permite llegar en dos horas a la Cerdanya sin apretar, y el nuevo desdoblamiento del eje Berga-Manressa permite que esta conectividad sea algo mejor. Igualmente relativamente buena en comparación con la conexión que tiene Granada a sus dominios esquiables o Zaragoza con las pistas de Candanchú (el tren sólo llega a Jaca), es decir en términos de interconectividad debería mejorarse ya que hay candidatas posibles en el resto del Europa con mejor conexión con sus zonas alpinas.

Como puntos flojos cuenta que no está claro el núcleo del pirineo con el que Barcelona quiere ser partner en esta historia. Es cierto que tanto Puigcerdà como La Seu d’Urgell se han ofrecido, pero la candidatura se debería haber presentado con algún trabajo previo con alguna de las posibles sedes. La posibilidad de que el partner esté en la Vall d’Aran como se ha dicho me parece poco viable. Se pueden realizar algunas pruebas pero la conectividad de Vall d’Aran con el mundo es bastante mala como para plantearse ser partner con alguien. O Vielha organiza los juegos por ella misma o incluso la candidatura de Lleida-Vall d’Aran me parece poco viable, quien conozca el acceso sur al territorio llemosí verá que la cosa no es como para tirar cohetes, y que el acceso desde Barcelona ya sería bastante crudo.

Otro punto flojo radica en la climatología. A pesar de la cantidad de dominios esquiables, sólo los años de mayor innivación se terminan abriendo todas las pistas. El Pirineo oriental tiene una menor innivación (dejando a parte Andorra, que podría ser otra alternativa al proyecto), mientras que otras zonas como Jaca o Vall d’Aran suelen tener más cantidad de nieve. Aún así esto es una lotería y aunque hay mayor probabilidad de que el Pirineo occidental tenga mejor nieve y las pistas están algo más altas, no es garantía. En este punto Granada y en general toda candidatura española que no radique en el Alto Pirineo Aragonés lo tiene en su contra, ya sufrió mucho Granada para celebrar unos mundiales de esquí, y seguramente el COI no se la juegue tanto. Otro punto negativo que hay que tener en cuenta es que el Pirineo oriental tiene episodios de mal tiempo que ensombrecen los de muchas zonas alpinas, si hay previsión de torb ya pueden dejar de realizar cualquier prueba que el horno no está para bollos.. que 150km/h en la parte superior de las pistas no lo aguanta ni el más friki de los esquiadores olímpicos.

Como puntos fuertes de la candidatura de Barcelona está:

  • La tradición olímpica de la ciudad, al contrario de los que opinan que no dan nunca la sede de verano y de invierno a la misma ciudad yo creo que es precisamente por haber tenido los de verano que tiene más puntos.
  • La tradición deportiva de invierno de Catalunya y especialmente en Barcelona (lo comparte con la candidatura aragonesa, Granada flojea bastante en este aspecto).
  • La calidad de sus instalaciones (aunque deberían mejorar), compartida con la candidatura aragonesa.
  • La “marca Barcelona” que va más allá de la de Barcelona92 que hace de Barcelona un destino apetecible por los guiris que deciden en el COI donde hacer los juegos.
  • La mejor (no excelente ni de lejos) interconectividad de Barcelona con su zona alpina, que Zaragoza o Granada pierden algo.

Como puntos flojos:

  • La necesidad de crear complicidades más sólidas con las ciudades partners en el Pirineo (apuesto por La Seu y Puigcerdà), que haría la candidatura más sólida. En este caso el tandem Zaragoza-Jaca es mucho más sólido, pero esta debilidad es corregible.
  • El riesgo climatológico, no tan alto como el de Granada, pero siempre las opciones de Alpes o nórdicas darán patadas al Pirineo en garantías de innivación.

Oportunidad para mejorar la interconectividad.

Más allá de lo que ya se ha dicho de promoción de la ciudad, conseguir que se focalice nuevamente Barcelona como un punto de atracción a un tipo de deportes que atraerían un turismo de mayor valor añadido y que nos quitaría la antimarca que ha cuajado en algunos sectores de turismo de botellón y fiesta de despedidas de soltero de los centroeuropeos. Más allá del aspecto de promoción de los deportes de invierno (lo siento por mí, pero la travesía alpina no es aún considerado deporte olímpico: y mejor, lo último que necesita el alpinismo es que se transforme en un deporte de competición), lo esencial es la mejora de interconectividad.

En los 8 ejes que planteaba Jordi Hereu en su relato de ciudad, la interconectividad es uno de ellos, y aunque no necesita las olimpiadas para ello, la verdad es que la mejora de la conectividad con el Pirineo es esencial para Catalunya y para Barcelona. No sólo para que yo vaya más cómodo a practicar alpinismo (de hecho mejores carreteras y trenes -> más domingueros por metro cuadrado y la montaña más saturada, oigan que uno es alpinista y desea encontrar la montaña relativamente tranquila y no hacer colas y colas en la carretera como toca al compartirlas con los esquiadores). Sinó para el desarrollo económico y social de esas comarcas, sin comprometer y esta está la clave, más territorio a las debastadoras consecuencias del urbanismo expansivo que representan las pistas de esquí. Lo que para la Cerdanya o el Ripollès que tiene bastantes pistas de esquí y ya ha sacrificado amplias zonas de montaña a estas infrastructuras puede ser un atentado ecológico en la Vall Fosca, si Lleida celebrara los juegos las pistas más cercanas y mejor conectadas no son las de Vall d’Aran sinó las que se puedan construir (y hay planes) en el Pallars Jussà (con conexión ferroviaria, cutre, pero existente) o las ya existentes del Sobirà.

La cuestión es que las comarcas del Pirineo oriental que están más urbanizadas y con mayor población que las del Pirineo occidental catalán (y por tanto con mayor potencialidad para la mejora de la vía ferroviaria Barcelona-Puigcerdà o con la posibilidad de tener la vía transpirenaica Puigcerdà – La Seu) es algo que puede acelerar mejoras ferroviarias que llevan años esperadas. El impulso de Barcelona puede mejorar la calidad de las comunicaciones de una parte de los Pirineos, algo que también es importante en la interconectividad de Barcelona más allá del  eje ferroviario mediterráneo, la línea de mercancías, etc.. etc.. y ahí está parte de la virtud de la propuesta que no se suele comentar.

¿Mi opinión personal?, que si el COE presenta Barcelona – loqueseaconnieve tendrá más puntos que Zaragoza-Jaca IV, por muy sólida que sea la propuesta aragonesa (que lo és), aún que se incluya la potencia de la capital de la Expo. Que los juegos serían cojonudos para la ciudad a un coste mucho más bajo y con una transformación mínima de la ciudad, que amortizarían socialmente gran parte de esas enormes y feas pistas de esquí alpino que tenemos y permitirían que el Pirineo oriental tuviera un impulso al desarrollo económico que no dependiera del urbanismo y de los pijos de Barcelona, sinó de la capacidad de hacer negocio y poder realizarlo con agilidad grácias a mejores infrastructuras de transporte.


Volver a la Portada de Logo Paperblog