Revista Cómics
Otro mítico juego de CEFA, pero esta vez centrado en las reglas de los juegos de detectives que popularizaron clásicos como el Cluedo, fue Misterio. De hecho, podria decirse que CEFA copió la formula del citado Cluedo pero, a la vez, no renunció a mejorarla...
Como la mayoría de los juegos que la compañía sacó en aquellos años, Misterio era un juego para detectives de 9 a 99 años, en el que podian participar de 2 a 6 jugadores, e igual que en otros muchos juegos de su catálogo existieron dos versiones: la de caja cuadrada (edición normal), y la de caja rectangular (edición Deluxe).
Así rezaba su introducción: "Los hechos se desarrollan en el Castillo de Transilvania, cuando un excéntrico aristócrata y la servidumbre que allí vivían, desaparecen en extrañas circunstancias. Los únicos datos que se tienen, están basados en leyendas y supersticiones de las gentes del lugar, sobre los "monstruos" que en él habitaban y que en las noches de luna llena, regresan y atacan a todo aquél que ose vivir allí".
Cabe apuntar que Misterio también fue obra del genial Pepe Pineda. En esta ocasion, también debíamos resolver un crimen, pero se cambiaba el arma homicida del Cluedo por uno de los monstruos que habitaba cerca del castillo que nos servia de tablero. Habia varias cartas con forma de ataúd (todas ilustradas por el gran Isidré Monés, dibujante de cabecera de CEFA por aquel entonces, e insigne seguidor de este blog). Unas pertencian a los monstruos (iban marcadas con las letras "MIS"), donde se encontraban Drácula, la Momia, el Hombre Lobo...; otras pertencian a las "victimas" del juego (iban marcadas con las letras "TE") y, entre otros, aparacian el jardinero, el ama de llaves, el mayordomo o el Conde...; por último, las cartas de las estancias en las que se dividia el tablero (iban marcadas con las letras "RIO") y podiamos encontrar en ellas la biblioteca, la alcoba, el panteón o las cocheras... Por último existia la carta de la Bruja de Sálem, que era una especie de comodín que nos servía para conocer parte del misterio que tratabamos de desentrañar.
Al inicio del juego se separaba una carta de cada clase (hasta formar la palabra "MIS-TE-RIO") y se dejaban en un sobre aparte y eran la clave del enigma. Los jugadores debian descubrir que tres cartas se ocultaban entre ellas. Para desentrañar el enigma, debiamos avanzar con nuestro peón a una de las habitaciones y desde ella, lanzar una acusación del tipo: "El Hombre Lobo asesinó al ama de llaves en la alcoba". En ese momento, el jugador ubicado a la derecha debia enseñar una carta de las que se habian citado (si es que la tenía), pero sólo al jugador que lanzaba la acusación. Así comenzaba un proceso de eliminacion que debia conducirnos, al final, a conocer que tres cartas estaban ocultas y, asi, resolver el "MISTERIO". El jugador que resolviese este acertijo en primer lugar, ganaba la partida.
Misterio fue otro de los grandes juegos que nos ofrecio CEFA en aquella época. Fueron realmente innuerables las partidas que jugué a este entretenido juego con los chavales del barrio en el portal de mi casa, y sin duda ya forma parte de esos jueguetes que vivirán para siempre en mi memoria...