Últimamente intento leer todo lo que puedo en torno al análisis transaccional de cara al seminario que Claude Steiner impartirá en Sevilla a finales de este mes. Por ello he podido disfrutar de la lectura de su libro “El otro lado del poder”.
Ya estuvimos viendo en post anteriores algunas distinciones sobre el poder en el coaching. En coaching asociamos el poder a nuestra capacidad de acción efectiva, a todo lo que nos permite acercarnos a nuestros objetivos. Por ello, actividades como la innovación, la formación, la resolución de algunos conflictos o la revisión de nuestras creencias son actividades que nos pueden dar poder en la medida que nos abren escenarios de futuro a los que antes nos era imposible acceder.
En este sentido, el poder no es bueno ni malo sino que todo depende del uso que hacemos de él. Avanzando en esta dirección, Steiner intoduce la distinción del juego de poder. Un juego de poder es el intento que hace una persona para lograr otra haga algo que no quiere hacer, o para evitar que haga algo que sí quiere hacer.
Los juegos de poder se pueden ejercer desde la sutileza o desde la total imposición. Se realizan haciendo uso de la fuerza o haciendo uso de la psicología mediante herramientas como el miedo, la amenaza, la intimidación o el chantaje emocional. Se encuentran en nuestras relaciones personales y en nuestro entorno de trabajo. Están presentes el mercado a través de todas esas actividades que intentan dirigir nuestra atención y nuestro deseo hacia diferentes productos o servicios. Los puede detectar en el ruedo político donde se utilizan todos los días para impulsar las medidas, propuestas y acciones que cada una de las formaciónes intentan sacar adelante. Incluso aparecen en nuestra sociedad, donde encontramos formas de opresión de unos grupos hacia otros desde las más sutiles hasta las más dominantes.
Establecemos juegos de poder desde la escasez, cuando explotamos el miedo que tienen los demás a verse privados de las cosas que necesitan, a encontrarse en una situación de extrema necesidad. También lo hacemos desde la intimidación, utilizando el miedo que los demás tienen hacia la violencia. La mentira es también un recurso para abusar del poder en la medida que utiliza la culpabilidad y el temor a la confrontación que tiene la persona manipulada. También podemos ejercer el poder desde la pasividad, utilizando la no acción o la omisión para ejercer nuestro poder sobre el otro.
Steiner enumera los diferentes juegos de poder en los que partipamos las personas, muestra las pautas para reconocerlos y define algunas posibles respuestas desde la colaboración.
Si detecta que alguien está utilizando un juego de poder para que usted haga algo que no quiere, o deje de hacer aquello que quiere, puede actuar de diferentes formas. Puede reaccionar con otro juego de poder aún mayor, e iniciar una escalada que será respondida con sucesivos juegos. También puede someterse al juego y alinearse se forma sumisa con la persona que intenta ejercer su poder. La tercera opción es la de neutralizar el juego con otro juego de poder que colapse el anterior. La última de las respuestas es la de la cooperación, la de buscar un espacio común en el que ambas partes puedan alcanzar sus objetivos. Esta última es menos evidente, pero también es más creativa y nos abre espacios alternativos al abuso del poder, a la manipulación o la imposición.
Notas
El otro lado del poder, de Claude Steiner, está publicado en castellano por Editorial Jeder. Puede consultar un extracto del libro en la siguiente dirección
Steiner impartirá un taller en Sevilla los próximos días 26 y 27 de junio. Puede consultar los detalles en el siguiente enlace
Los post mencionados anteriormente en torno al poder son Poder y Fuentes de poder