Olvídense de Nueva York, Milán y París. Con casi 2.000 nativos de distintas partes del mundo exhibiendo sus más finos atuendos tradicionales en los Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas, no hay pasarela en el mundo que pueda competir con este polvoriento puesto agrícola.
Abarrotada de plumas tropicales, envuelta en incontables cuentas y coronada por tocados que parecen merecer sus propios códigos postales, la ciudad anfitriona de Palmas, en Brasil, se ha ganado el título de capital mundial de la moda, al menos durante los nueve días de este evento.
Via:: Ecuador