Revista Deportes
Juegos Olímpicos 2012: La selección británica
Publicado el 25 junio 2012 por Pablo_fernandez @plusmarcawebAprovechamos el descanso de la Eurocopa para ir avanzando contenidos y quizás uno de los más interesantes sea el de la disputa de los Juegos Olímpicos, para los que España consiguió plaza para viajar a uno de los eventos que todo futbolista desea vivir junto al Mundial, pero que tendrá un equipo que centre la atención no sólo de sus aficionados, sino también de los que siguen el fútbol por su alto contenido socio-histórico. Porque en la categoría de fútbol masculino en las próximas Olimpiadas de Londres tendremos un tema de debate tan bonito para unos como ofensivo para otros con el desentierro de la Selección Británica de fútbol. A pesar de que siguiendo la lógica éste debería ser el equipo nacional que participase en todas las competiciones, el hecho de que la Football Asociation no 'definiera' el ámbito de actuación en su creación en 1863, dio pie a que regiones autónomas como Escocia (1873),Gales (1876) e Irlanda (1880) crearan sus propias federaciones para gestionar el fútbol local y fueran reconocidas por la FIFA años más tarde como 'equipos nacionales'. Para que os hagáis una idea, es como si se reconocieran las selecciones de Galicia, País Vasco o Catalunya para disputar partidos oficiales. No se sabe si por ser 'más antiguas' que la propia FIFA o por ya tener una estructura y competiciones organizadas, el máximo organismo del fútbol mundial aceptó su existencia a pesar de que tuvieran distintas diferencias a la hora de participar en las primeras Copas del Mundo. Así, Inglaterra 'debutó' en un Mundial en 1950, Escocia en 1954, Gales en 1958 (su única participación en fase final), Irlanda en 1990 e Irlanda del Norte en 1958. Esta aceptación empujó al equipo nacional 'real' a ser un equipo ficticio que sólo ha existido para homenajes y... para los Juegos Olímpicos, donde al no poder enviar un equipo formado por jugadores profesionales, era viable presentar a esta selección. Hay que concretar que el equipo nacional compitió entre 1908 (JJOO Londres) y 1972 (JJOO Munich) y aunque no se llegó a clasificacar para los tres últimos Juego Olímpicos sí que logró en este periodo tres medallas de oro, siendo el país con más títulos dorados junto a Hungría. Porque la Reino Unido como selección murió para partidos oficiales en 1974. Aquel año la FA suprime la diferenciación entre fútbol profesional y amateur dando pie a la participación en la clasificación para los JJOO a las selección de las distintas fedeaciones dentro del país. Por suerte a la hora de cerrar la polémica, ni Inglaterra, ni Escocia, ni Gales ni ninguna de las dos Irlandas han sido de las habituales a la hora de conseguir cupos UEFA para los Juegos Olímpicos, y cuando Escocia o Galés lo llegaron a conseguir, rechazaron la plaza, no siendo muy sonado por su poco peso mediático en el mundo del fútbol de categorías inferiores. Y así hemos llegado 'hasta el principio' con la concesión de un nuevo evento olímpico a la capital inglesa y con ello, el renacimiento de la polémica selección nacional. La FIFA concedió permiso para que tomara parte de manera oficial y eso preocupó mucho a las federaciones escocesa y galesa ya que lo veían como un primer paso para perder sus privilegios, como si fuera un primer paso hacia una 'normalización' del fútbol británico a nivel de selecciones. A pesar de que unos días después se confirmase que ese equipo sólo tendría 'vigencia' para los Juegos, varias fueron las voces reconocidas que rechazaron de lleno el proyecto: Alex Ferguson, escocés, rápidamente se desmarcó del hipotético cargo de seleccionador (incluso se animó a calificar el proyecto de imposible); Aaron Ramnsey, centrocampista galés del Arsenal, fue más diplomático y confirmó su participación siempre y cuando no fuera perjudicial para su selección, así como su compatriota Gareth Bale, que ligó su participación al mantenimiento de la identidad de su equipo. Curiosamente ambos han sido la imagen con la que Adidas presentó una prueba de la camiseta (a continuación la opción definitiva) de un equipo de ensueño... ... que no acaba de conquistar el corazón de todos los británicos. Si bien entre la hinchada inglesa no hay sentimiento de ataque 'cultural' las aficiones del resto de selecciones no sólo no se sienten cómodos viendo cómo sus jugadores defienden otra idea, sino que ven como un 'ataque' el equipo nacional de Reino Unido. Dentro de las distintas maneras de manifestarlo, está teniendo mucha fuerza sobre todo por sus actos de protesta la plataforma No Team GB, que une a distintos sectores de las aficiones de Irlanda, Escocia, Gales e Irlanda del Norte junto a una minoría inglesa, que trata de ofrecer información sobre su rechazo al equipo y critica la poca transparencia de la formación del equipo. En el apartado deportivo, tras la negativa de Ferguson, Stuart Pearceserá el entrenador del equipo. Algo desilusionante teniendo en cuenta el pobre papel del equipo inglés sub21 en el último Europeo de la categoría, el último gran reto del entrenador inglés. Quizás la cuota de ilusión la pudiere aportar uno de los tres jugadores mayores de veintitrés años que podrían acudir a la llamada de Pearce sería David Beckham. El jugador, a punto de finalizar su contrato con Los Ángeles Galaxy, soñaba con acudir a la Eurocopa de 2012 pero parece que la falta de forma para muchos y que el equipo estuviera sin seleccionador hasta unas semanas antes del torneo, le privaron de la Euro. Así aparece en el horizonte la oportunidad de participar en unos Juegos Olímpicos, algo que no ha hecho y que de paso focalizaría mucha más atención mediática en el equipo. Quien sí acudirá como uno de los mayores de veintitrés años será Craig Bellamy, según se encargó de confirmar recientemente en una entrevista. A falta de pocas semanas para la disputa del torneo olímpico en Londres, este ya histórico equipo sigue dando de que hablar. Sólo esperamos que al haberse confirmado que no pasará más allá de su último partido en el torneo, no lo vuelva a hacer por ninguna polémica más dura de las que ha tenido hasta ahora y que regalen alguno de esos capítulos que, por lo imposible de volver a verse, quede en la historia del fútbol olímpico y mundial.