La semana pasada fuimos al cine a ver la gran película Juerga hasta el fin, y digo gran película porque según el trailer esperas un film tipo Project X, pero al final te encuentras con una de esas grandes mierdas tipo Cine 5 estrellas edición sábado tarde en Telecinco.
Juerga hasta el fin puede ser entendida como un canto sobrevalorado hacia la amistad masculina. Como una especie de comedia romántica en donde el beso entre la chica y el chico es sustituido por un abrazo entre dos grandes colegas. Todo ello, aderezado con un fin del mundo de fondo con la suficiente cantidad de tacos, sangre y groserías como para ser de y para adultos.
Su voluntad es mucho más liviana y relajada, como la de quien se ha fumado un porro, o unos cuantos, y ve el mundo, o en este caso su fin, como un simple salvoconducto con el que echarse unas risas.
Una fiesta no tiene por qué ser más que una fiesta, sobretodo las que se realizan en casa. Desde ese punto de vista, una fiesta puede ser muy estúpida, también, sin necesidad de tener por qué estar sujeta a una lógica. Y no por ella tiene que dejar de ser, lo más importante, divertida.
¿Como se consigue esa diversión? Según esta "maravillosa" película, pues marcandote una fumada impresionante y también puedes mezclarlo todo con cocaína o ácidos. La música, las conversaciones con amigos o el ligoteo quedan en un segundo plano. ¡Todo un gran mensaje!
Aquí no vale eso de que la película pretende ser una comedia de comedias americanas, o que no quiere ser una película al uso, como he leído en algunas críticas.
Una película es una película, es un producto que consumes, por cierto en nuestro país a un precio bastante elevado, apuestas con tu dinero por unos actores, guionistas o directores. Inviertes tu tiempo en una buena película o como en el caso de Juerga hasta el fin, lo pierdes.
Sinceramente, la película de James Franco & Co. me parece una gilipollez extrema y además sin sentido alguno. No tiene ni pizca de gracia.
Si después de leer nuestra humilde y sincera crítica decides malgastar tu tiempo y dinero en ver semejante bodrio, no hay ningún problema amigo, no te contaremos el final de la peli. A los 40 minutos de la proyección, decidimos irnos a tomarnos unos mojitos, eso si que era un buen plan para finalizar nuestro domingo.
¡VIVA EL CINE ESPAÑOL!