El peculiar artista canadiense enmascarado Orville Peck publica su segundo álbum, "Bronco", el próximo 22 de abril y en su primer single y vídeo sigue manteniendo el anonimato y cantándole a la masculinidad mal entendida y tóxica. El título de esta entrada puede llevar a engaño, pero sus raíces musicales provienen de este género popular estadounidense que tan poco me gusta, eso sí, con un factor provocador y transgresor estético y musical que lo hace mucho más atractivo para mí, de hecho, esta canción se acerca más al soul de Roy Orbison que a las composiciones de country tradicional. La canción invita a los hombres a llorar sin pudor y a liberar sus emociones sin condicionantes y eso es lo que hace finalmente, entre luces de espectáculo, lentejuelas y flecos, el protagonista del vídeo. Todo ello ambientado en un bar típico de la América profunda que representa ese ambiente tradicional y poco dispuesto a los cambios en el concepto de masculinidad, de lo que tiene que ser un "hombre de verdad". ¡Valiente Orville! Podéis ver otro de sus vídeos pinchando aquí.
- ORVILLE PECK: "C'MON BABY, CRY" DIR: AUSTIN PETERS