Más fantásticos cuadros miopes como este en:
Philip Barlow
©Teresa Cameselle
En ocasiones veo muertos. Personas que tal vez conocí. Que tal vez aprecié. Los veo por el rabillo del ojo, allí donde no alcanzan los cristales de las gafas. Al poco me doy cuenta de que aquel era más alto, o aquella más morena, y al centrar la vista, recuerdo que me equivoco. Que esa persona ya no camina por las calles de mi ciudad. Por ninguna calle. Pienso en un fallo neuronal, en un déjà vu. Y al fin le echo la culpa a mi miopía. A mi maldita, inútil visión periférica.