Sly con su pistolón
Assant susurrándole cochinadas a Stallone
En una sociedad devastada y postapolíptica la gente vive hacinada en las ciudades donde se agrupa la población y la justicia la administran unos jueces especiales que son al mismo tiempo policía, juez y ejecutor. Vamos, el sueño húmedo de Garzón. Uno de esos jueces es famoso por su efectividad y por su amor por la ley, pero alguien le ha tendido una trampa para encelarlo y liberar a un peligroso delincuente al que Dredd condenó en su día...Basada en un cómic, esta adaptación noventera muy del gusto de esa época con una estética peculiar pero muy pobre cinematográficamente hablando.
A la acción "se le ve el cartón", demasiado diría yo. Ni siquiera está bien rodada y hasta la acción -su punto fuerte- resulta casi torpe.
El guión es de manual y pese a sus buenas intenciones planteando dilemas éticos sobre la justicia y la autoridad, su desarrollo es más bien regulero y a los 10 minutos de películas ya sabes como va a transcurrir y cómo va a acabar la película.
El sustituto de Mariano Rajoy listo para una nueva legislatura
Stallone me cae bien, y durante los 80 fue uno de los referentes del cine de acción, pero esta no es de sus mejores películas y él no parece demasiado convencido de su papel, actúa casi sin ganas.El resto del reparto donde figura hasta Max Von Sydow, no aportan absolutamente nada, ni Rob Scheider (el contrapunto cómico al héroe) ni Diane Lane cuyo carisma es cercano al cero.
Peli mala.