La Operación Greif bajo el mando de Otto Skorzeny y por orden directa de Hitler fue una operación previa a La Operación Wacht am Rhein la última gran ofensiva de las fuerzas alemanas en el oeste, a través del bosque de Las Ardenas. La operación consistía en infiltrar tras las líneas norteamericanas a 80 comandos alemanes de las SS con uniformes norteamericanos con la misión de causar el caos entre las tropas aliadas, cambiando o eliminados la señalización, desviando unidades y dando órdenes falsas o informaciones confusas. Estas unidades contaban con unos 70 vehículos tomados a los norteamericanos o vehículos propios camuflados. En la reserva disponía de unos 3.500 hombres preparados para atravesar las líneas enemigas tras las unidades infiltradas.
Los comandos fueron escogidos entre soldados y oficiales alemanes que tuvieran un amplio conocimiento del inglés norteamericano y se prepararon durante dos meses para aparentar lo mejor posible ser soldados norteamericanos, en su forma de hablar y de moverse.
La operación comenzó el 16 de diciembre de 1944 cuando entraron en territorio enemigo a través de zonas casi sin vigilancia utilizando jeeps capturados. Inicialmente la operación fue un éxito, un grupo llegó hasta un puente sobre el río Mosa y desvió a un regimiento acorazado, enviándolo por una ruta que los devolvía a la retaguardia, dos días después seguía dando vueltas, perdido.
El trabajo más eficaz fue la modificación de las rutas de los convoyes aliados y las ordenes confusas, hasta el punto de que crearon una auténtica psicosis de modo que todos parecían espías. La psicosis llegó a tal punto que corrió el rumor de que había en marcha una operación secreta para secuestrar o matar a Eisenhower en París, que estuvo retenido en su cuartel general durante varios días. No existen datos oficiales sobre ello pero algunos historiadores no descartan que realmente existiera tal operación. Debido al caos reinante los norteamericanos creyeron que Malmedy había caído en manos de los alemanes, aunque la población aún estaba en poder de los aliados y ordenaron bombardearla con artillería lo que costó muchas vidas.
Debido a que los comandos hablaban inglés y parecían americanos auténticos, la policía militar rápidamente utilizaron un truco para descubrir a los infiltrados, que consistía en hacer preguntas y comentarios sobre béisbol y los últimos resultados de la liga o sobre noticias de sociedad a cualquier soldado o grupo de soldados que no pudiera ser reconocido por un oficial superior y de confianza. En uno de esos primeros controles fueron abatidos varios comandos alemanes. En otro de esos controles fue detenido el general Omar Bradley, aunque pronto se solucionó la confusión.
A partir del establecimiento de esos controles, la Operación Greif resultó un fracaso y de entre los comandos un buen número fueron hechos prisioneros, juzgados por espionaje (debido a que llevaban uniformes norteamericanos) y posteriormente fusilados. Las divisiones panzer que entraron en acción después de la infiltración de de los comandos de Skorzeny tuvieron un éxito inicial, sobre todo debido al mal tiempo que impedía que los aviones aliados pudieran volar, pero pocos días más tarde, sin haber alcanzado el Mosa, la contraofensiva alemana se detuvo. El fin del III Reich estaba sentenciado.
Fuente:
ABC
Wikipedia
Gago Militaria
Los grandes enigmas de la Segunda Guerra Mundial (vol 3), 1968, varios autores.