Uno de los regalos que recibimos en el #LucyCumple fue el Árbol Musical, una estructura preciosa de madera que forma un circuito por el que descienden canicas por sus hojas de colores y producen un sonido armónico y acompasado.
Es un juguete realizado de forma artesana con materiales naturales cuyaslengüetas de madera están pintadas con colores vivos en la escala cromática de Goethe, por lo que es un juguete visualmente llamativo y proporcionado.
Si bien no parece un juguete muy creativo, se suele comparar con un instrumento musical y aunque no podemos considerarlo cómo tal, realmente somos nosotros los que "hacemos música" cuándo introducimos las canicas en el árbol, porque podemos comenzar la melodía a cualquier altura, e incluso con varias canicas al mismo tiempo lograr un canon diferente cada vez. Así que algo creativo si que es.
Y, ¿para qué sirve?
- Para aprender a escuchar la escala musical, a diferenciar graves de agudos... Afina y entrena el oído.
- Para aprender la escala cromática.
- Es una manera de despertar su expresión musical.
- Para quedarse embelesada mirando cómo caen las canicas.
- Para practicar la motricidad fina.
- Para reírse, para relajarse...
A Lucy le encanta este juguete. Se queda hipnotizada cuándo suelta una o dos canicas y espera a ver cómo caen. Le divierte escuchar cómo golpean cada una de las hojas rítmicamente y se emociona cuando llegan al final. Más de una vez la hemos oído imitando y tarareando el sonido que produce el Árbol Musical.
Como curiosidad sobre este juguete, contaré que en un taller de juegos vimos un árbol musical que debía medir metro y medio, y Lucy y yo alucinamos con lo bonito y grande que era. Tenía muchos colores, y la canica bajaba y bajaba realizando diferentes escalas. ¡Era digno de ver! Y puedo asegurar que la cara de ilusión de Lucy no la olvidaré jamás.
En casa tenemos el pequeño y tiene una altura ideal para que Lucy lo maneje, pero no lo tenemos a su alcance ni puede jugar con ese juguete sin supervisión porque nos da miedo que se meta una canica en la boca y se ahogue. Tengo que decir que tampoco ha hecho el intento pero preferimos prevenir y además la acompañamos durante el juego.
Aunque no está a su alcance, lo tiene en su espacio de juego a simple vista y lo pide varias veces al día. Lo pondremos a su alcance cuando creamos que realmente no hay peligro y que la etapa de descubrir cosas con la boca ha pasado del todo.
Quiero comprar más canicas, de diferentes tamaños, pesos y materiales porque estoy segura que los sonidos variarán, aunque sea débilmente y puede que esto le de un valor añadido al juguete.
¡Qué tendrá este juguete que es capaz de captar la atención de Lucy un buen rato!
Y no solo la suya, en casa nos encanta, y a las visitas de todas las edades también. Llama mucho la atención su forma y suelen preguntar. Nadie se resiste a introducir una canica y no se van de casa con las ganas.
Creemos que además de ser un juguete fabricado en materiales naturales, mucho mejor para Lucy, pensamos que será duradero y que al mismo tiempo que juega, aprende y su imaginación despierta.
Es posible que algún día, aunque creo que todavía falta mucho, ya no consideremos el Árbol Musical un juguete y quede relegado dignamente a decorar algún lugar de la casa o de la habitación de Lucy. Y estoy segura que cuando pasemos a su lado no podremos evitar hacerlo sonar y recordar a nuestra hija cantando y riendo.
¿Qué te parece este juguete?
¿Tenéis en casa el Árbol Musical?
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