Gaspar LLamazares
El cinismo del PSOE no conoce límites. El ministro de Fomento, José Blanco, afima que los impuestos en el Estado español “son muy bajos“, pero olvida precisar para quién. La presión fiscal, en gran parte gracias a la política del Gobierno Zapatero, es especialmente favorable a las rentas del capital, la patronal, la banca, las profesiones liberales y quienes ingresan más de 60.000 euros anuales. El PSOE lleva tiempo anunciando una subida de impuestos a los ricos, pero en la práctica penaliza a las trabajadoras y trabajadores, siguiendo los dictados del Fondo Monetario Internacional.
El Ejecutivo Zapatero carece de toda credibilidad en política fiscal progresista; sus hechos le delatan: ha subido el IVA en dos puntos, ha reducido el Impuesto de Sociedades y la eliminado el Impuesto de Patrimonio. Ni la derecha más neoliberal lo hubiera hecho mejor. En Euskadi, las Diputaciones Forales actúan igual. Gaspar Llamazares ha calificado las declaraciones de José Blanco como “conversaciones de chiringuito” y ha precisado que ni al PSOE, ni a sus socios preferentes, PNV Y CiU, les interesa ”una reforma fiscal progresiva“. Una vez más, tiene toda la razón, aunque los medios de comunicación, por qué será, se ocupan de que su voz no se oiga.
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