Animales, personas, alimentos e incluso letras. La plastilina nos permite realizar infinitas figuras que podemos deshacer y volver a hacer fácilmente. ¿Qué niño o niña no tiene plastilina en casa? Se trata de uno de los materiales que más juego da, gracias al entretenimiento que produce y a los muchos beneficios que nos ofrece. Aquí te cuento 5 de los beneficios más importantes, para que puedas sacarle el máximo partido. ¿Te gustaría conocerlos?
5 beneficios importantes de la plastilina
La plastilina es mundialmente conocida. No falla; allá donde hay peques, hay plastilina. Como sabéis, se trata de una pasta para moldear, disponible en muchos colores, con la que pequeños y mayores pueden realizar formas y formas y más formas.
Sus usos son muy variados y comunes en centros infantiles y colegios, debido a sus enormes beneficios. Sería imposible numerarlos todos, por lo que aquí me centraré en los 5 beneficios más importantes. No te pierdas detalle y rescata, hoy mismo, la plastilina del fondo del cajón (si es que tu hij@ ha permitido que se quede en el olvido).
1-Mejora la psicomotricidad
El uso más común de la plastilina es hacer figuras con ella. Para ello, debemos moldearla, estrujarla con la palma de la mano y pinzarla con los dedos, para lo que debemos usar los músculos de nuestras manos. A medida que van jugando con este material, l@s peques desarrollan la fuerza de la musculatura palmar, lo que les beneficia a la hora de perfeccionar el uso de las manos.
Además, al moldear la plastilina con los dedos están mejorando su psicomotricidad fina, entrenando el control que poseen sobre sus movimientos y la coordinación mano-ojo.
Por ello, la plastilina está incluida en los 5 juegos para reforzar la psicomotricidad fina que os contaba el otro día.
2-Estimula el aprendizaje
Mediante la plastilina podemos llevar a cabo muchísimos aprendizajes, de una manera divertida y manipulativa. Unos cuantos ejemplos (de muchos) son:
- La gran variedad de colores que existen nos permiten conocerlos y diferenciarlos.
- La facilidad con la que se manipula nos permite realizar números y letras, con el fin de familiarizarnos con sus formas y su escritura.
- Haciendo pequeñas bolitas podemos aprender sobre el conteo, sumar y restar. En RRSS vi una manera original de aprender a sumar usando plastilina y Lego, que pronto os contaré. No recuerdo su autoría (si alguien puede facilitármela la añadiré).
3-Estimula la imaginación
Estaréis de acuerdo conmigo en que podemos realizar mil y una formas con la plastilina. Una misma forma puede deformarse fácilmente para hacer otra. Esto produce una gran estimulación de la imaginación, ya que podemos construir todo aquello que se nos ocurra. La combinación de colores añade un plus a nuestra imaginación, pues podemos usar una gran variedad y jugar con ello.
4-Favorece la relajación
Amasar plastilina favorece a una óptima circulación sanguínea. Con ella, nuestro Sistema Nervioso Central se relaja; jugar con plastilina es una muy buena opción para aquellos niños y niñas que les cuesta tranquilizarse y mantener ese estado, y es especialmente útil en momentos previos a la noche, por ejemplo.
5-Es capaz de estimular el desarrollo del lenguaje, la atención y la concentración
Mediante la plastilina podemos estimular:
- El lenguaje de nuestr@ peque, pues a través de las formas y los colores podemos entablar conversación y trabajar la pronunciación de diferentes fonemas y sílabas trabadas. Por ejemplo, podemos nombrar las formas que realizamos, e incluso inventarnos una historia con ellas (entre otras ideas útiles para mejorar el lenguaje).
- La atención: Debido a que los niños y niñas focalizan su atención en una sola actividad, y como resulta tan motivante, la pueden mantener durante un largo rato. Si quieres conocer otros juegos con los que mejorar esta habilidad, te invito a leer «5 juegos para mejorar la atención«.
- La concentración: La atención sostenida mejora la concentración, así como otras habilidades cognitivas que les serán útiles durante toda la vida en su día a día.
Plastilina y TEA
Si conocéis el Trastorno del Espectro Autista, sabréis que uno de sus rasgos más importantes y definitorios es la hipersensibilidad sensorial. El sentido del tacto es uno de los que suelen estar más afectados, y consiste básicamente en que los peques TEA poseen mucha aversión hacia algunas texturas, y por tanto, no toleran el contacto con ellas. La plastilina es una de estas texturas.
Como os comentaba en mi entrada «¿Cómo sospeché el TEA de mi hijo?«, mi hijo tenía una fuerte aversión hacia este material. Siempre lo hemos tenido en casa, en mis intentos por que la aceptara he jugado muchas horas delante de él, e incluso Papá Noel le ha regalado algunos sets de Play Doh que coincidían con sus intereses. Además, tanto en el centro infantil como en el cole se usaba a diario en clase, así que lo ha tenido presente durante mucho tiempo. No ha sido hasta hace aproximadamente un año, cuando ha empezado a tolerar su textura y a jugar con ella. El secreto ha sido la terapia, y la paciencia; no obligarle, ir paso a paso y empezar a desensibilizar con muy pequeños pasitos, hasta conseguir avances significativos. Lógicamente, el objetivo de la terapia en este sentido no es únicamente que el o la peque pueda jugar con plastilina, sino que sea capaz de tolerar un amplio catálogo de texturas del estilo que le otorguen un beneficio en su día a día.
Si vuestr@ hij@ posee esta característica, la terapia estimulativa es una herramienta muy útil, que a nosotros nos ha ayudado mucho. Es importante, además:
- No obligar al niño o niña a entrar en contacto con la textura
- No infravalorar ni culpar al niño o niña por su aversión
- Realizar aproximaciones sucesivas, y muy poco a poco, a diferentes texturas
- Ofrecerle objetos de su interés que tengan texturas similares, siempre en base a su motivación (por ejemplo, en casa nos fue muy bien jugar con una pelota de textura un poco viscosa que se pegaba en los cristales. A mi hijo le motivó mucho usarla y nos sirvió para que abriera su rango de texturas toleradas)
- La estimulación temprana profesional (terapias) es fundamental. En nuestro caso, fue la estimuladora quien trabajó esta característica.
Como veis, la plastilina es un recurso muy interesante y chulo para trabajar infinidad de aspectos. ¡No dejéis de jugar con ella!
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