Jugando para participar y ganar

Las empresas que están dentro de los diferentes mercados, participando más o menos. Y que sólo accionan si hay interés de por medio, y que sin querer saberlo cierran las puertas a otras miradas que pueden dar quizás con toda seguridad mayores intereses, que por ignorancia y sobre todo miedo, no se deciden a ser parte activa del juego en el que están metidas, quedándose como meros espectadores viendo al enemigo disfrutando de la tarta. Casi seguro porque  decidieron olvidar que están dentro de un juego.
Entonces poco a poco y sin darse cuenta, se tornan monótonas, porque todos sus procesos de trabajo en equipo, se vuelven monótonos, tanto que se convierte en trabajo unipersonal, dejando de delegar tareas en compañeros, simplemente porque ya se salieron del juego, y pasan a ser espectadores, muchas veces pasivos, de los que se limitan a aceptar las cosas porque están así establecidas y es más cómodo crearse una tribuna desde la que se observa aprovechando la altura para mirar hacia abajo. Sin participar. Sin jugar, sin ser parte del juego. Y así creer que se domina la situación.
Pero en los juegos y en los mercados, sólo puede haber control si se forma parte activa del mismo. La acción del aquí y ahora de estar jugando lleva al equipo a los trabajadores a estar despiertos, alertas, a ver la posibilidad y la alegría que suponer poder hacer más, ir a más. La satisfación de la superación y la victoria de un equipo.