Revista Salud y Bienestar

Jugar a dominó, cartas o charlar es más beneficioso para la mente que los videojuegos

Por Seo Bloguero

 

Jugar a dominó, cartas o charlar es más beneficioso para la mente que los videojuegos
Jugar al dominò o a las cartas con el aliciente de ganar, charlar con los amigos, bailar o realizar ejercicio suave, en función de las capacidades fìsicas de cada persona, son actividades màs beneficiosas para mantener una mente lùcida que jugar con una màquina a entrenar nuestro cerebro.

Asì lo afirma el catedràtico de Psicologìa Mèdica y Psiquiatrìa de la Universidad Autònoma de Barcelona Adolf Tobeña, que en su libro “Mentes lùcidas y longevas” nos desvela las claves para mantener àgil y en buenas condiciones nuestro cerebro.

“Poner cirios a la loterìa biològica, no hacerle daño al cerebro practicando hàbitos tòxicos y pasarlo bien en todo lo que uno haga” son, a juicio de Tobeña, cuestiones fundamentales para mantener nuestra salud cerebral.

En este sentido, el catedràtico afirma que nuestros hàbitos diarios condicionan entre un 30 y un 40 por ciento la calidad de vida que podemos tener en nuestra vejez, porque hoy ya sabemos que “entre el 60 y el 70 por ciento restante depende de nuestras instrucciones de recombinaciòn genètica de partida”.Asì, pràcticas habituales como los juegos de mesa, el ejercicio fìsico moderado y la conversaciòn “no previenen ni corrigen enfermedades como el Alzheimer, pero sì son muy ùtiles para las personas afortunadas que tienen un decaimiento intelectual muy lento, que les permite tener hasta el final de sus dìas una mente lùcida”.No dañar con hábitos tóxicosNo hacer daño, en el sentido de no lesionar nuestro cerebro introduciendo elementos añadidos de degradaciòn, es lo primero que debemos tener en cuenta para que nuestra mente siga estando alerta y despierta, segùn este experto. Y para eso es fundamental dormir bien, ya que “no hay nada peor para nuestro cerebro que no dormir con reiteraciòn y, robar horas de sueño, porque le estamos robando posibilidades de lucidez en las èpocas avanzadas de la vida”.

En este punto, el catedràtico universitario afirma que “el estrès que acaba desmontando el sueño y los patrones alimentarios o nos lleva a hàbitos perjudiciales no es bueno, pero el estrès de los trabajos que nos interesan y emocionan es muy beneficioso”.

Otra manera de no dañar a nuestra mente es, según Tobeña, no introducir sustancias tòxicas de forma reiterada en nuestro cuerpo, como el alcohol, el tabaco, la marihuana o las drogas de diseño, que perjudican severamente la fluidez y sutileza del trabajo cerebral.Algo similar sucede cuando comemos demasiado, porque “sabemos que la gente que come habitualmente un poco menos de lo que le pide su apetito, tan solo un cinco por ciento menos, le exige menos esfuerzo a su parte fìsica y a su sistema circulatorio, y asì su cerebro tambièn funciona mejor”, segùn Adolf Tobeña.En el capìtulo referido a la longevidad, el catedràtico cuenta que no tenemos que viajar hasta lugares remotos para encontrar a las personas que han vivido màs años, ya que hay datos fiables y verificables sobre longevidades muy acentuadas que nos dicen que los records mundiales estàn muy cerca de nosotros. Así, la mujer màs longeva de la historia de la humanidad era, segùn Tobeña, una marsellesa llamada Juana que llegò a los 122,7 años. Por su parte, el rècord mundial de longevidad masculina lo ostenta un menorquìn llamado Juan, que llegó a los 114,5 años.

Fuente: El Economista

 


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