Revista Maternidad
Luces y sombrasPor Salma Abdola No sabía cómo empezar a escribir este post y me acordé de una frase de Nelson Mandela que decía algo así como que los niños temen la oscuridad pero los adultos temen la luz. Se me ocurrieron varios juegos para que l@s niñ@s se familiaricen con las sombras, pierdan el miedo y descubran que en la noche no sólo hay silencio y oscuridad si no que es un momento tan bueno como otro para descubrir, es la otra cara del mismo mundo con sus múltiples posibilidades de explorar y de jugar por jugar.Aún recuerdo el día que Noara descubrió su propia sombra, primero la observó, luego echó a caminar cada vez más deprisa mirando hacia atrás para comprobar si aún la seguía, intentó pisarla, luego jugó a perseguir y pisar la mía y terminamos dibujándoles el contorno en el suelo con tiza, ella la mía y yo la de ella, claro, comparamos su tamaño real con el de su sombra tumbándose en el suelo sobre el dibujo, la hicimos desaparecer buscando zonas sin Sol y comprobado que esas zonas eran precisamente también sombras de objetos más grandes, casas, árboles... y finalmente las conclusiones, hay sombra si nos da el Sol, si me pongo de cara al Sol, lo que se ve en el suelo es mi espalda y por eso está detrás, si me pongo de espaldas al Sol, veo mi cara en el suelo y por eso está delante...Es bastante divertido y a la vez relajante para ir propiciando la hora de dormir hacer sombras chinescas, consiste en idear figuras con las manos frente a una lámpara, proyectando la sombra en la pared de forma que seamos capaces de imitar los movimientos del animal o cosa que queremos. Podemos así, para variar, contarles un cuento en movimiento, para los que no se nos da muy bien y no sepamos hacer más que un pato, una paloma, un conejito y un perrito (aunque con estos personajes ya es suficiente), aquí va una idea, si recortamos diferentes figuras en un papel, una flor, un pato… ¡ lo que se te ocurra! y las pegamos en la linterna, el haz de luz dibujará las formas. Con varias linternas podemos dar vida cada uno a un personaje. Como en cualquier juego intentaremos en la medida de lo posible permitir la experimentación libre, en este caso, con la linterna enfocando pequeños objetos, podemos animarlos a la investigación con preguntas como: ¿puedes conseguir que la sombra sea más grande? ¿o más pequeña? ¿dónde puedes poner la linterna para que el objeto no tenga sombra? ¿de qué color es el objeto? ¿y de qué color es su sombra?... Si enfocamos el objeto con dos focos de luz desde diferentes ángulos se proyectarán don sombras, si los focos de luz son de distinta intensidad se producirá el efecto de que una sombra será más oscura que otra.La otra noche, la pequeña estaba aún bastante inquieta así que estuvimos jugando a pisar la luz, yo enfocaba a un sitio, ella iba corriendo a pisarla y yo rápidamente daba luz en otro punto y así por toda la habitación, cuando ya se había desahogado bastante correteando por el cuarto, nos tumbamos en la cama, puse una música tranquila y nos pusimos con las linternas a hacer que las luces danzaran por el techo bailando al compás. Una última idea, es crear un teatro de sombras atando una sábana blanca a modo de pantalla de cine y colocando detrás un foco a contraluz, los personajes somos nosotr@s mism@s actuando detrás del velo. No puedo evitar que me venga a la memoria el cuento de Peter Pan, precisamente llegó a la habitación de Wendy buscando su sombra, y es que es esta historia es un claro recordatorio de que nunca jamás deberíamos dejar de jugar y ni de soñar como niñ@s.