Revista Infancia

¿Juguetes… para qué?

Por Pingüicas

Estoy tentada a hacer una venta de garaje para deshacerme de todos los juguetes de mi casa. Seguro que Pablo, Pía y Luca ni cuenta se darían…

Ahí les va la lista de los “juguetes” favoritos de mis hijos:

1.Las puertas. Sí, así como lo oyen: las puertas. La que sea. Les fascinan. La abren, la cierran, la abren, la cierran, se machuchan, lloran, la abren y la cierran. No aprenden. Peor aún, le ponen el seguro y se quedan encerrados. Lloran. No aprenden. Ya inclusive invertí en unos pequeños ratones que (se supone que) mantienen las puertas abiertas. Ahora, estos mugres divinos ratoncitos andan por toda la casa, haciendo todo menos lo que deben de hacer: mantener las puertas abiertas.

2.El apagador de luz. Prender y apagar la luz les resulta fascinante… tanto, que pareciera como si el regaño que siempre viene después del “dejen-la-luz-porque-van-a-fundir-el-foco” valiera totalmente la pena. No importa si es de día: la quieren prender. No importa si es de noche: la quieren apagar… sobre todo si alguno de sus hermanos está adentro de aquella recámara. El grito de terror de aquel pobre al que le apagaron la luz les provoca grandes carcajadas a los otros dos (especialmente si viene acompañado de un azotón de puerta para encerrarlo en la obscuridad).

3.La basura. No al estilo pepenador porque ya ―por fin― entendieron que lo que está en el bote, se queda dentro de la basura, pero eso no quita que estén al pendiente de todo lo que estoy a punto de tirar para ver quién lo pide: cajas de cereal, botellas de shampoo vacías, un Tetra Pak que “está buenísimo para convertirlo en nave espacial”, etc. Todo esto es un verdadero tesoro para ellos. Se toman muy en serio la parte de recicla y reusa. Para mí, resulta un verdadero reto saber qué y cómo sacar la basura de la casa. Tiene que ser a escondidas y siempre me arriesgo a que me salgan con su “mami, ¿dónde quedó mi casita de muñecas de cajita de Cherrios?”.

4.Artículos de cocina. Todo aquello que no es juguete, pero que ellos tienen la habilidad de encontrarle cara de algo divertido.

Estas agarraderas para cosas calientes ranas, por ejemplo:

O bien, esta palita raqueta:

5.Su escondite. Olviden la casita de campo de Little Tikes.

No, no. El mejor lugar para pasar el día es en el espacio entre la pared y el refrigerador. No es broma, se pelean por decidir quién será el afortunado para meterse ahí. ¿No me creen? Miren:

¿Qué aprendimos de todo esto? Mamás primerizas: pueden quitar todos los juguetes de su lista en su mesa de regalos. Como ven, no los necesitan.

*Agradezco a mi modelos, quienes llevan ya demasiados días enfermos y aburridos en casa accedieron a posar para ayudarme a ilustrar el blog. Créanme, no les costó mucho trabajo. Ellos se divirtieron como enanos.


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