La fiscalía acusa al dueño de una discoteca por superar de manera reiterada los decibelios permitidos y no hacer caso a los requerimientos del Ayuntamiento de Anna (Valencia) para cesar en su actividad molesta a los vecinos.
Un matrimonio cuya casa estaba pegada a la discoteca han estado sufriendo de manera reiterada la contaminación acústica, lo que les llevo a denunciar esta situación ante la Policía Local del municipio de Anna. Los afectados alegan trastornos psicológicos de orden depresivo y estrés, por lo que en el juicio se solicita una indemnización de 12.085 euros por este cuadro de lesiones.
El local de ocio denominado el pub "El Álamo", carecía de licencias municipales pertinentes para la puesta en marcha del negocio, entre otras apertura y funcionamiento.