Confieso que cuando me enteré del inicio de la publicación por Aleta de “Julia” me quedé indiferente ya que mis referencias acerca de este personaje eran más bien escasas. Sin embargo, como estoy dispuesto a darle una oportunidad a cualquier nuevo personaje que venga de la editorial italiana Bonelli –la de Ken Parker, Tex, Dampyr…- pues me lancé a por el primer volumen, “Los ojos del abismo” con ganas. Y lo cierto es que no me ha decepcionado.
Julia Kendall, una guapa e inteligente profesora universitaria de criminología de brumoso pasado, colabora ocasionalmente con la policía en sus casos más complejos. Cuando empiezan a aparecer mujeres acuchilladas, entre ellas una de sus alumnas, Julia volcará toda su capacidad deductiva y sus numerosos recursos en la captura de un asesino escurridizo tan inteligente como ella.
Empezamos con los defectos. La edición de Aleta, que reúne dos episodios de la serie italiana, no incluye una historia completa, que el creador y guionista del personaje Giancarlo Berardi estructura en tres episodios italianos con lo que presumo que en ninguna de las siguientes entregas de Aleta vamos a disfrutar de una aventura completa quedándonos con la intriga pendiente entrega a entrega. Pero, salvado este detalle, “Julia” se me antoja una agradabilísima noticia para los aficionados al género policiaco y al tebeo en general, dada la habilidad de Berardi a la hora de estructurar y desarrollar las tramas.
El primer episodio de “Julia” tendría que ser de obligado estudio para cualquiera que quiera guionizar un cómic de intriga. Con enorme habilidad, Berardi presenta de un modo natural al personaje, dotándole de un contexto, unas relaciones y un pasado en apenas treinta páginas, al tiempo que presenta el caso que la ocupa. A pesar de ser un tebeo con más de una década a la espalda, resiste bastante bien la lectura, ajustándose como un reloj suizo a las convenciones del género policiaco, con lo que el lector va a encontrar exactamente lo que ha de esperar en una obra de género que, como mínimo, ha de garantizar un buen rato. A partir de esa premisa, Berardi se muestra como un guionista lleno de recursos y documentado, que sabe sacar partido de las posibilidades del lenguaje del cómic para ofrecer al lector distintas perspectivas a la historia, enriqueciéndola.En el aspecto gráfico, “Julia” cuenta con dos buenos dibujantes de la escuela Bonelli -Luca Vanninni y Corado Roi- que ante todo se muestran como es habitual en Bonelli como dos narradores con oficio y cumplidores, que no renuncian a los guiños cinematográficos – Julia toma como modelo a Audrey Hepburn y su criada a Whoopy Goldberg- inspirándose, al mismo tiempo, en grandes obras y maestros del cómic policíaco y de intriga como el “Rip Kirby” de Alex Raymond o la “Modesty Blaise”, de Jim Holdaway.
En definitiva, espero que “Julia” haya llegado a España para quedarse y podamos seguir disfrutando de sus excelentes tramas policíacas. Si es así, los aficionados al género nos lo vamos a pasar pipa.