[ Esta reseña se publicó en Aceprensa el 7.III.16 ]
Thomas Spencer, neoyorquino, triunfa como publicista y asesor de imagen en los años ochenta. Spencer encarna la maldad sin matices. Es un sociópata egoísta sin ningún interés por los demás, ni siquiera por los más cercanos. El tipo de persona que remata con una patada a un pajarillo moribundo en la acera, que miente para hacer daño y traiciona a quien haga falta, por interés o por placer. Al final de su vida hace balance sobre qué clase de persona ha sido y de las oportunidades que tuvo de tomar otro rumbo. En el mundo del poder y la política sus triunfos se deben a su inteligencia y a su falta de escrúpulos. Sólo importa el resultado final. La relación con su familia se rompe, con secretos desvelados en el lecho de muerte de su madre. Maltrata y aterroriza a su mujer y a sus numerosas amantes.
Una de las difíciles decisiones que debe tomar el escritor afecta a la cantidad de material que incluye o no en una historia. El talento ayuda a que cada diálogo, cada escena y cada personaje que se relaciona con el actante principal ayuden a aclarar facetas del conflicto sobre el que se escribe. Cuando muchos pasajes son innecesarios, o repiten aspectos ya mostrados, puede decirse que falla el criterio del escritor al revisar su texto o el del editor al aconsejarle. El principal defecto de la nueva novela de Navarro es este. Spencer no evoluciona y el libro sólo es una acumulación de ejemplos y ejemplos de la pésima persona que es.
A Navarro le gusta tocar muchos temas, en múltiples escenarios y a lo largo de un periodo de tiempo significativo. Esta vez hay un solo contexto, los entresijos miserables del poder, ya tocados con más realismo en otras novelas, unido a la descripción monocorde de un solo personaje durante páginas y páginas. Esta sexta novela llega con un aparato promocional de primer nivel, a la altura de las ventas millonarias de sus anteriores libros. No deja de ser un producto de mercado, con un protagonista de lo más desagradable, que supone un paso atrás indiscutible respecto a sus últimas novelas, de una calidad si no sobresaliente al menos aceptable.
Un APROBADO.
Otras novelas de la autora comentadas en el blog:
• Dispara, yo ya estoy muerto (2013)
• Dime quien soy (2010)