En Hollywood, era un rumor a voces. Si tenías la desgracia de compartir set con Julia Roberts, debías estar preparado porque podía ocurrir cualquier cosa… mala. Y no hablamos solo de los trabajadores sino de actores y actrices (casi siempre mujeres) que se las tenían que ver con la novia de América. Porque esta, siempre que podía, dejaba claro que tenía muy malas pulgas, a pesar de su gran sonrisa. La mayoría de las veces, Roberts se enfrentaba a sus compañeros de rodaje, a los que consideraba sus adversarios. Y se embarcaba en competiciones incansables en las que los celos eran una constante. Sin embargo, todas estas anécdotas eran eso, anécdotas; nunca fueron confirmadas, así que muchos podrían pensar que se trataba de una malévola fábula que se había creado en torno a su persona.Pero ahora, la propia Roberts nos ha sacado de la duda. “[Cuando era más joven] yo era mi única prioridad, una pequeña egoísta y malcriada que hacía películas”, ha confesado a la edición británica de Harper’s Bazaar.++++++++Sí, después de todo, Julia Roberts sí que tenía malas pulgas