El lunes 16 de julio de 1212 tuvo lugar una batalla decisiva entre cristianos y almohades en las llanuras de las Navas de Tolosa. La victoria cristiana tuvo una importancia crucial, aunque las acciones se iniciaron en realidad mucho antes. Desde 1209 el rey Alfonso VIII de Castilla venía realizando una activa acción repobladora a la que se sumaba el esfuerzo bélico de Pedro II de Aragón, quien en esos mismos años ocupaba los castillos de Ademuz, Castielfabib y Sortella, bastiones importantes en el camino a tierras valencianas. Los almohades, disgustados, rompieron hostilidades y se prepararon para la batalla: empezaba así la gran aventura de las Navas, que significó no solo el derrumbamiento del poder almohade sino también el principio del fin de la presencia musulmana en la península.
Sierra Morena. Autora, Olga BerriosEn 1211 el soberano almohade despachó mensajeros a las regiones africanas del Magreb, Ifriquía y países del sur para que preparasen la guerra. También ordenó a los gobernadores de Sevilla y de Córdoba que reorganizasen el ejército, dispusiesen alojamiento y comida para el ejército, y arreglasen los caminos que conducían a los llanos de Castilla. Todavía en pleno invierno, el 5 de febrero, el inmenso ejército musulmán concentrado en Marraquech salía buscando el estrecho y el paso hacia la península, lo cual no se realizó hasta un mes más tarde, el 18 de marzo. Cuatro largas semanas necesitaron las fuerzas allí acantonadas para cruzar hacia Tarifa, desde donde tras unos días de descanso iniciaron la marcha a Sevilla y Córdoba.
Castillo de Salvatierra. Autor, ZubitarraMientras tanto los castellanos hacían preparativos con algún retraso. A pesar de conocer lo que se avecinaba seguían realizando incursiones de desgaste en tierras de Al-Ándalus, como la cabalgada que en 1211 arrasó los campos de Andújar, Baeza y Jaén. Fue en Cuenca, el 25 de junio, cuando el rey Alfonso VIII recibió informes precisos sobre la llegada del Califa a Córdoba y sobre la concentración de fuerzas musulmanas. El objetivo de los infieles estaba claro: atravesar Sierra Morena y atacar el castillo de Salvatierra, al sur de Ciudad Real, para desde allí provocar un encuentro con las huestes cristianas y proceder así a su aniquilación.
Continuará... Fotografía de portada: Alcázar de Sevilla. Autor, Tilo 2006____________________________