José Giral Pereira, ministro de Marina, fue probablemente el único miembro del Gobierno que tomó medidas efectivas para tratar de neutralizar la insurrección que se avecinaba.
Enterado Giral de que algo se tramaba también en Cartagena, envió al teniente de navío Pedro Prado para averiguar el alcance de la conspiración. Prado se reúne con el teniente de navío Vicente Ramírez y con otros auxiliares de la Armada en Cartagena. El resultado es la destitución el día 14 de julio de Marcelino Galán como comandante del destructor “Almirante Ferrándiz”; de Francisco Pemartín como jefe de Estado Mayor de las flotillas de destructores; de Francisco Javier Chereguini como comandante del submarino B-5; de Manuel Álvarez como comandante del submarino C-6; del capitán de Artillería Manuel Bruquetas, y, finalmente, del capitán de Ingenieros José de la Figuera.
Para impedir el traslado de tropas sublevadas a la Península, se ordena el día 15 la salida hacia aguas del Estrecho del destructor “Churruca” y del “Lepanto. Al “Almirante Ferrándiz” se le ordena partir hacia Barcelona, salida que se demora ante la resistencia de los jefes destinados en la flotilla de destructores, lo que obliga al ministro a ordenar al jefe de la Base, vicealmirante Márquez, se hiciese cargo del mando de la flotilla hasta la llegada de su jefe Ramón Navia-Ossorio, que había ido a Madrid a discutir con el ministro las mencionadas destituciones.
Ya en la noche del 17, y ante la evidencia de la sublevación en Marruecos, se ordena partir hacia el Estrecho a los destructores “Sánchez Barcáiztegui”, “Almirante Valdés” y “Alsedo”; también se ordena lo hagan cinco submarinos de la Base.
Estas medidas, claves desde una visión estratégica, contribuirían además a alejar de Cartagena un importante núcleo de conspiradores.
El 18 de julio a las 12,25 horas se recibe en la Estación de Radio del Arsenal del mensaje de Franco, invitando a las guarniciones de la Península a sumarse al ejemplo del Ejército de África. El mensaje decía:
«Gloria al Ejército de África. Recibid el saludo más entusiasta de estas guarniciones que se unen a vosotros y demás compañeros peninsulares en estos momentos históricos. ¡Viva España con honra! General Franco»
Un día más tarde la arenga de Franco fracasó y pasó a la historia. Cartagena fue la única gran base naval que quedó en manos de la República, convirtiéndose así, a lo largo de la guerra, en la sede operativa de la Flota Republicana.
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- Fuente: Alzamiento y Revolución. El 18 de Julio en la Base Naval de Cartagena. Aut.:Juan Martínez Leal. Publicado: Anales Historia Contemporánea