Al rato ya estábamos en marcha, con todo controlado. Camino del colegio, los tres de la mano, cantando, riendo, y buscando coches de todos los colores. En la puerta del colegio ha pasado lo de casi todas las mañanas. Se han quedado un momento parados, hasta que le he dicho a la peque: –"Ayuda al hermano,
¡Que la Fuerza os acompañe!