Páginas: 656
ISBN: 9788432250866
Precio: 12,95€
Nota:
Esta opinión la escribí hace más de dos años, cuando leí el libro. Esta novela fue mi primer contacto con Anna Gavalda y a día de hoy esta autora es de mis favoritas. He leído todo lo que se ha publicado de ella en España y puedo decir que Juntos, nada más me parece su mejor obra.
Juntos, nada más
Si algo destaca en este libro, son sin duda sus personajes. Todos son raros, pero no por ello malos o poco creíbles. No tienen nada que ver con los estereotipos de los que abusan muchas novelas, y es esa personalidad tan peculiar que tienen lo que les hace especiales. Creo que, en general, es un poco difícil que los lectores nos identifiquemos al cien por cien con alguno de ellos, pero aun así sus historias transmiten, ellos están tan bien caracterizados que te parece que podrían ser tus vecinos, y tienen una evolución clara y lógica que hace que no se les pueda considerar en absoluto personajes planos. Pero vayamos al grano, ¿quiénes son ellos y qué tienen de especial?Camille
Es una chica extremadamente delgada, desde pequeña nunca le gustó comer. Trabaja como limpiadora por las noches, pero tiene un enorme talento para la pintura. Dibuja todo lo que ve, y además de ser artista también tiene cultura en otros ámbitos. A la gente de su alrededor le cuesta entender por qué ha escogido esta forma de vida cuando podría trabajar en algo mejor y menos sacrificado, y todo esto es una historia que se va conociendo a medida que pasan las páginas. Es una joven de mentalidad abierta y sin prejuicios.
Probablemente es el personaje más real de todos, o al menos así me lo ha parecido a mí, aunque por supuesto también tiene un pasado que lo ha hecho como es y que descubriremos en la novela. Es un excelente cocinero, trabaja en un restaurante (empleo que le ocupa muchas horas), y además visita a su abuela Paulette en la residencia en la que se encuentra. El personaje de Paulette también acabará siendo importante, pero prefiero no deciros nada de ella para no revelar aspectos de cuando la trama ya está más avanzada. Volviendo a Franck, es un tipo muy bruto, mal hablado, mujeriego y con poca cultura, características que le hacen chocar con sus compañeros.
Philibert
Si Franck me parecía el personaje que podemos encontrar más fácilmente en la vida real, de Philibert pienso todo lo contrario, en gran parte porque se trata de un aristócrata y en todo momento está dispuesto a recordar todos sus apellidos y antepasados, aunque él lleva una vida más humilde. Trabaja en un museo vendiendo postales, y no se acaba de entender con su familia, a pesar de que él es un trozo de pan y siempre les obedece. Es un hombre tímido, que tartamudea a menudo. Tiene formación universitaria, pero no ha podido ejercer nunca de profesor por culpa de sus tartamudeos.
Las vidas de Camille, Franck y Philibert se unen gracias a la convivencia. Philibert y Franck viven juntos desde el inicio de la novela, y por unas circunstancias que ahora no revelaré, Camille acaba también viviendo con ellos. El piso pertenece a Philibert, pero por unos temas de herencia en cualquier momento lo pueden echar, por lo que los protagonistas viven con ese miedo continuo a quedarse sin la seguridad que les aporta vivir los tres juntos allí. A pesar de sus diferencias, los tres congeniarán, y estas tres personas con unas relaciones familiares 'poco claras' acabarán formando una familia ellos tres juntos. Una familia distinta, porque la han escogido ellos mismos, gracias a la amistad. A medida que avanzan las páginas, se van dando nuevas acciones y los personajes se conocen más entre ellos, y así se va viendo la evolución de cada uno. El argumento básicamente es este, no quiero desvelaros nada importante porque el libro merece ser leído.
Estilo
A simple vista, lo primero que vemos referente al estilo de la novela es un predominio claro del diálogo. Además, el libro se divide en capítulos muy cortos, a veces tan sólo duran un par de párrafos. El lenguaje utilizado es sencillo, no utiliza palabras de difícil comprensión y la lectura se hace muy amena. Gracias a todas estas características, el resultado final es una novela muy fácil y rápida de leer: los capítulos cortos hacen que no te importe seguir leyendo más y más, y las expresiones sencillas permiten una lectura fluida.Sin embargo, no os penséis que Juntos, nada más se parece a los típicos best sellers anglosajones. Tiene una estructura similar a ellos y emplea un lenguaje fácil, pero éste es mucho más cuidado que el de otros libros. No sé cómo expresarlo para que me entendáis, pero se nota que la forma de expresarse de la autora es más elegante, cercana, cuidada al máximo. No es una prosa "fría" y seria como podría ser la de muchos artículos, por ejemplo. En otras palabras, se nota mucho que la autora es francesa.
Otro aspecto que destaco de su estilo es que es capaz de reflejar a la perfección el lenguaje de cada personaje. Así, Camille es muy elegante y culta al hablar; Philibert otro tanto de lo mismo pero con dudas y tartamudeos incluidos; y Franck, el más basto, emplea tacos a menudo, y hasta podemos leer sus faltas ortográficas en algunas notas que escribe. Puede parecer que la prosa pierde encanto por culpa del lenguaje de Franck, pero yo opino más bien lo contrario: el que la autora no se corte a la hora de plasmar en el texto la forma de hablar más creíble para cada personaje hace que el libro tenga una mayor riqueza expresiva, y eso siempre es positivo.He podido apreciar que Gavalda es muy observadora y sabe describir muy bien estos detalles en el libro. No hay largas descripciones en él, pero sabe meter estas observaciones dentro de los diálogos, y son muy útiles para imaginarte mejor cada situación. A veces habla de sonidos, otras de paisajes… Son cosas que le dan más encanto a la novela, en mi opinión. Y lo mejor de todo es que estas apreciaciones no se hacen pesadas nunca, precisamente porque la autora sabe intercalarlas como es debido sin soltar párrafos eternos que pueden acabar cansando al lector.
Hay algo que me ha gustado y que a la vez me ha parecido muy curioso. A menudo, dentro de las conversaciones de los personajes, aparecen guiones seguidos por puntos suspensivos, "- …", que representan que el personaje en cuestión no dice nada. ¿Nunca habéis tenido la sensación de que en algunos libros los diálogos están metidos con calzador, que no hay quien se crea determinadas frases en algunos personajes? Precisamente porque me he encontrado con esto más de una vez he agradecido mucho este componente humano en el libro: los protagonistas no son seres perfectos con respuestas pensadas para todo, sino que también tienen momentos en los que no saben qué decir o simplemente saben que es mejor no decir nada.Mis impresiones
Algunas impresiones ya las he comentado cuando hablaba de los personajes y el estilo de la novela; ahora me centraré principalmente en los temas que se plantean en el libro y que me han parecido interesantes. Tengo que decir que ahora hacía tiempo que no leía un libro que planteara cuestiones que me hicieran pensar un poco, y me ha gustado mucho encontrarlas en Juntos, nada más.Los personajes tienen algunos puntos extravagantes que como ya he dicho hacen que sean muy especiales. En la convivencia, los tres caracteres logran entenderse, para sorpresa de ellos mismos, y ese es uno de los temas que encontramos en el libro: son tres personas muy diferentes, si llevaran una vida normal no deberían estar juntos ni tener relación alguna, pero por alguna extraña razón se entienden muy bien entre ellos y viven mejor que nunca. La felicidad a veces no se encuentra en la vida que deberíamos llevar, sino en cosas que nunca hubiéramos imaginado que nos gustarían.
Como consecuencia de la buena relación entre Camille, Franck y Philibert, surge otro sentimiento con el que cualquiera se puede identificar: el miedo a que se acabe lo bueno. Ellos están muy bien viviendo juntos, pero siempre se encuentran bajo la amenaza de la herencia de la familia de Philibert que los puede dejar en la calle y separarlos. Es inevitable sentirse de este modo, cuando estamos bien solemos sentir melancolía y tristeza porque sabemos que no todo será así de maravilloso siempre, y nos da miedo que llegue ese momento en el que se interrumpa nuestro bienestar. Es curioso, porque el miedo o tristeza por el fin de algo que nos gusta también lo empecé a sentir yo mientras leía estas páginas (fue hacia la mitad de la novela). Entonces ya supe que me daría mucha pena terminar el libro. No porque fuera a tener un final triste, de eso no comento nada, sencillamente porque estaba disfrutando mucho, y aunque hay muchos libros buenos en el mundo, son pocos los que logran transmitirme y llegarme tanto como este.De forma más secundaria, también se habla de no juzgar a la gente por su aspecto. Es algo que afecta de forma especial a Camille, no sólo está tan delgada que la gente siempre le hace comentarios para que coma más, sino que además no le importa vestirse con una bufanda con agujeros y otras prendas en principio poco favorecedoras para una mujer.
Gracias al personaje de Camille, hay mucho dibujo y pintura en el libro. Me ha recordado bastante a la novela de Tracy Chevalier, La joven de la perla. Sus historias no tienen nada que ver, pero en ambas he podido imaginar cuadros y bellas imágenes. Para mí, que la pintura y el arte no me interesan mucho, es como descubrir un mundo nuevo en el libro, un mundo que dentro de la novela me gusta mucho. Además, esto es tan sólo una apreciación mía, pero los cuadros de Camille le dan un punto mágico a la novela, una manera de evadirse de los problemas y de hacer de ella un personaje aún más especial. En fin, que a pesar de que en mi vida cotidiana no me interesa la pintura, me ha gustado que en el libro apareciera, le da un toque distinto y positivo.En cuanto al desarrollo, la novela va de menos a más. El comienzo es bueno, engancha, pero es hacia la mitad cuando el libro empezó a encantarme, y se mantuvo a ese nivel hasta el final. Las últimas páginas son muy buenas, en algunos momentos estuve a punto de emocionarme y todo. Nunca se me ha hecho pesado o aburrido. El final me pareció precioso, era el final que yo quería que tuviese la historia, pero aun así no era del todo previsible y se mantuvo la intriga hasta los últimos capítulos.
La moraleja que nos deja la lectura de este libro no es otra que la que se puede deducir a partir del título: "estamos juntos, y que venga lo que tenga que venir…". Es un mensaje con mucha fuerza, y también es fácil identificarse con él en algún momento de nuestras vidas. Cuando encuentras a alguien o a varias personas que lo son todo para ti, la unión hace la fuerza, y es mucho más fácil afrontar los problemas rodeado de seres queridos.La única pega que le puedo sacar al libro es que Philibert va perdiendo protagonismo conforme avanza la novela. Es cierto que nunca llega a tener el mismo peso que Camille y Franck, pero aun así se nota su ausencia en la última parte. De todas formas, la autora no se olvida de él, y aunque sea con menos frecuencia que antes, seguimos viendo su evolución. En fin, es una apreciación un poco subjetiva, porque como ya he dicho Philibert es mi personaje preferido y por ello me he fijado más en lo que le ocurría, pero no me parece un defecto importante en el libro.
En algunas partes he leído que Juntos, nada más es una novela romántica. Leo novelas románticas, no reniego de este género, pero me parece equivocado calificar a este libro como tal. Sí, tiene una historia de amor (¿qué libro no la tiene, con mayor o menor peso?), pero la historia es muchísimo más que eso. Me parece que este libro va dirigido a un sector de lectores mucho más amplio que el de las novelas románticas, y es una pena que pueda haber gente que pase de él simplemente porque creen que será la típica historia de "chico y chica muy diferentes se enamoran, y tras muchas dificultades, acaban juntos". No, no y no. No tiene nada que ver. Este libro tiene unos personajes excepcionales, con personalidades muy bien determinadas y una evolución. El lenguaje está lleno de encanto y sabe transmitirte. En fin, que tiene mucha más miga que cualquier novela romántica, y es que yo, si tuviera que calificarlo dentro de un género, lo incluiría más bien dentro de las historias realistas, con personajes creíbles (a pesar de todas sus peculiaridades) que tienen una vida interesante por algún motivo, y con sentimientos también, pero no únicamente de amor a la pareja.En conclusión, pienso que Juntos, nada más es un libro que merece la pena, por eso lo recomiendo a todo el mundo. De hecho, creo que será una opción que tendré muy en cuenta cuando tenga que regalar libros de ahora en adelante. Es un libro que sabe llegarte con sus historias atípicas y sus personajes raritos, y está escrito de forma muy elegante y rápida de leer gracias a los diálogos abundantes. Al terminarlo he tenido una sensación un poco curiosa. Normalmente, cuando leo un libro que me acaba encantando, me intereso mucho por el resto de la obra del autor en cuestión y tengo la necesidad de leer algo más suyo. Aquí, más que ganas de descubrir el resto de las novelas de Gavalda, he sentido sobre todo pena porque no podría seguir leyendo más acerca de los tres protagonistas. Se les acaba cogiendo mucho cariño a los tres, sientes que forman parte de tu vida, y es algo que valoro mucho en un libro. Lo recomiendo totalmente, no os lo podéis perder.
Mi valoración: 10/10