Revista Comunicación

juntos, podemos hacerlos juntos

Publicado el 06 mayo 2015 por Libretachatarra

juntos, podemos hacerlos juntos

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AVENGERS: ERA DE ULTRÓN
data: http://www.imdb.com/title/tt2395427/
Joss Whedon intenta darle una vuelta de tuerca psicológica a esta segunda entrega de “Los Vengadores”. Por momentos, ese grosor dramático se impone y la película se eleva. Pero sólo por momentos. En otros, con el vértigo de las escenas de lucha, el filme transita caminos más pochocleros. Y esa relevancia que buscaba su director y guionista brilla por su ausencia. “Avengers: Era de Ultrón” es una película despareja, a mitad de camino del gusto marketinero y de la reflexión profunda, un filme que se lee entrelíneas.
Hay un tema que trasciende este capítulo de Los Vengadores: el miedo. Miedo a lo que vendrá, miedo a lo que puede destruirnos, miedo a no dar la talla, miedo al monstruo que anida dentro nuestro, miedo a fallarle a los amigos. Y ese temor es el que concibe nuestra peor pesadilla. Esa dinámica del miedo tiene dos actores principales: Stark (el creador del enemigo) y el Capitán América (la voz de la razón). Stark desconfía de la capacidad de todos, en especial de la suya; el Capitán América sabe que la única receta es enfrentar los desafíos juntos, cualquiera sean éstos. Y que en el caso de perder, sólo valdrá la pena caer juntos. En otra línea menor, no desarrollada, la relación romántica entre Hulk y Natasha Romanoff también surfea por ese tema. Hulk se pregunta si podrá vivir sin ser una amenaza para otros; Romanoff si podrá vivir sin él. El miedo a lo que se es, a la monstruosidad que impera en nuestro interior.
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Ultrón es el villano de ocasión, la entidad creada por el miedo de Los Vengadores, el guardián perfecto que se vuelve en la amenaza invencible. Desde la lógica insana, ha llegado a la conclusión que para asegurar la paz hay que arrasar al mundo. Por momentos se eleva como un rival sin puntos débiles; por otros, tambalea como un principiante. Todo gira alrededor de nuestros héroes: hasta la grandeza de su oponente. Y se resuelve en un deus ex machina que es la aparición de Visión. Cuando se llega a un callejón sin salida, el guión debe echar mano a un golpe de efecto sin solidez argumental, porque la encerrona en que se metió la trama no tiene solución. Debilidad argumental.
De la historia de superhéroes, sobra Thor. Deambula por la trama, sin ninguna utilidad. Hawkeye orilla por las mismas aguas. Su existencia sirve para reforzar una idea: luchamos para volver a descansar al hogar. La vida doméstica de Hawkeye, su esposa e hijos, le dan realce a su personaje que parece el más minusválido del grupo. Pero este matiz no es funcional. Hulk y Romanoff se armaron su propia historia para subsistir: su romance. Pero lo que hace a la lucha contra Ultrón, todo pasa por Stark y el Capitán América.
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(Señalamos: Scarlett Johansson, en trajecito ajustado, justifica por sí sola la existencia del 3D).
La sensación final es que este capítulo es el canto del cisne para “Los Vengadores”. Ha llegado a un camino sin retorno. Para persistir, debe mutar, desprenderse de lastre (léase superhéroes) y bucear por otros caminos. La pluralidad de personajes no se ha llevado muy bien para mantener la coherencia dramática de la saga. Algo falta y lo que venga, deberá tenerlo en cuenta.
Mañana, las mejores frases.

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