Rojo Transitorio: dos lágrimas de sangre
Hoy se cumple un año de vida desde el inicio de Rojo Transitorio como tal. Este proyecto nació con el objeto de curar heridas, organizar sentimientos y proyectar sueños. Creo que ha cumplido con los tres propósitos. Por tanto, pienso (más bien siento) que ha llegado el momento de considerar este ciclo como finalizado.
La tradición budista utiliza Mandalas para crear una bella representación simbólica de la propia existencia. En ocasiones, se hace con arena de diferentes colores y cuando se acaba la obra, los mismos autores la destruyen.
De esa forma, se constata la transitoriedad de la existencia. Todo cambia, nada dura para siempre y tenemos que ser conscientes de ello mientras lo estamos creando. Es un buen ejercicio espiritual.
Posiblemente Rojo Transitorio vuelva a reencarnarse bajo alguna otra forma en la red de redesón en España: Warner Bros. Pictures