T.O.: Jurassic World. 2015. Legendary Pictures, Amblin Entertainment. Director: Colin Trevorrow. Guión: Rick Jaffa, Amanda Silver, Colin Trevorrow, Derek Connelly. Reparto: Owen Grady (Chris Patt), Claire Dering (Bryce Dallas Howard), Vic Hoskins (Vincent D´Onofrio), Gray (Ty Simpkins), Zach (Nick Robinson), Barry (Omar Sy), Simon Masrani (Irrfan Khan).
Zach y Gray son dos chavales que son enviados de vacaciones a la Isla Nublar, donde está instalado el mayor parque de dinosaurios del mundo: Jurassic World. Los niños son acogidos por su tía Claire, la presidenta del consejo del parque, que no les presta la más mínima atención y los deja en manos de su ayudante. Y es que Claire se encuentra inmersa en un enorme y ambicioso proyecto que reportará al parque enormes beneficios si todo sale bien: la creación de un poderosísimo dinosaurio, el Indominus Rex. Obviamente, los hombres infravalorarán al animal y la situación se tornará caótica en Jurassic World. Será entonces cuando Claire, con ayuda del intrépido Owen Grady (experto en velocirraptores), intentará poner a salvo a sus sobrinos.
Vamos por partes. En primer lugar tengo que desmentir todos los rumores, críticas, comentarios, etc. que han intentado poner esta película a la altura del primer film de la franquicia. No os dejeis engañar por toda la estrategia que ha rodeado a Jurassic World para convertirla en lo que ha sido: el mayor éxito de la historia en un solo fin de semana. Jurassic World se haya en las antípodas de la primera película dirigida por Steven Spielberg. Es cierto que intenta continuamente homenajear aquella cinta, pero los intentos son tan inverosímiles, forzados, torpes y cursis que se quedan en un intento y nada más.
Por otro lado, sí es cierto que Jurassic World es, seguramente, la más entretenida y espectacular de las tres propuestas que han seguido a la original. Las dos horas y pico de metraje pasan volando, cuando aparecen los créditos en la pantalla tienes que mirar el reloj para creer que esas dos horas se te han pasado en un suspiro y que te has divertido como un niño. Pero es aquí donde reside el problema de la cinta; en que te hace sentir y disfrutar como un niño, que viene a ser lo mismo que hacen la decenas de películas Marvel y otras superpoducciones del verano. Jurassic Park iba mucho más allá y nos planteaba dilemas morales, problemas familiares, intriga, terror, etc...y todo ello valiéndose de un talento audiovisual que deja por los suelos los tremendos y, sí, apabullantes efectos visuales de esta entrega y su exagerado despliegue de medios, que viene a decir algo así como "no hemos reparado en gastos"... Puede ser, pero os habeis quedado cortos de historia.
Hay situaciones en Jurassic World ridículas, que nos transmiten la sensación de ser tratados como auténticos espectadores peleles: la entrada de Owen en la jaula de los velocirraptores; la militarización de los dinosaurios; el ataque gratuito de los pterosaurios; la presencia continúa de Claire corriendo en tacones; la aparición de un velocirraptor "cabalgando" un T-Rex...y así sucesivamente, se va conformando una imaginería visual nada mítica, como sí lo hicieron cada una de las escenas de Jurassic Park en su momento. Punto y aparte merecen los intérpretes, todos y cada uno de ellos horribles; sobre todo los dos niños protagonistas (repelentes) y el mercenario encarnado por D´Onofrio, muy lejos del legendario villano informático Dennis Nedry. Hay secuencias en las que Chris Patt aguanta el tipo y momentos dispersos de química entre él y Claire. Los secundarios están ahí para rellenar y ser devorados. Todo y todos son un mero vehículo para amasar, y no pasaría nada si no fuese tan claro.
En fin, Jurassic World ha resultado otra decepción, no tan grande como las dos películas anteriores, pero al fin y al cabo otro fiasco. Lo he dicho antes: es muy entretenida y tiene momentos espectaculares, pero eso no le quita el lastre que lleva consigo.
Jurassic Park seguirá siendo insuperable, al menos hasta que se les ocurra la siguiente manera de ganar miles de millones "sin reparar en gastos"; y por las cifras de esta entrega, me temo que pronto volveremos a ver a los dinosaurios caminar por la pantalla. Un último apunte: mientras que el primer film solo necesitaba que los dinosaurios devorasen a cuatro personajes para transmitir la amenaza que suponían estos animales y jugar con la genética; el resto de películas han necesitado de ejércitos de secundarios y extras para ser engullidos por los efectos especiales. Y es que, en el cine, no importa el tamaño, importa la calidad de la historia que plasmas en la pantalla. (5/10)