Más de 600 juristas catalanes en favor del referéndum
En un manifiesto que defiende la celebración del referéndum legal, la asociación “Juristes pel Referèndum” presentó su “acto de compromiso con la ciudadanía y con los ciudadanos”. Joan Ignasi Elena, abogado y portavoz del Pacto Nacional para el Referèndum, destaca que el acto y el manifiesto demuestran que “el rigor, el derecho y el sentido común, son inseparables”. “Se ha conseguido una importante transversalidad política, social, cívica y vecinal, por lo que dice y, sobre todo, por quien lo dice –destaca Elena Mercè Barceló, catedrática de Derecho Constitucional de la UAB–. Y estamos en condiciones de afirmar y tomar el compromiso de razonar donde haga falta que la celebración de un referéndum del futuro político no sólo es legítimo sino también legal”.
Más de 600 juristas de diversas especialidades firmaron el documento de soporte a la celebración del referéndum que cuatro letrados –Gemma Calvet, Joan Josep Queralt, Jaume Asens i Miquel Sàmper– desarrollaron a lo largo del debate. Al acto de presentación asistieron diputados como Albano Dante-Fachin, Germà Bel, Jordi Turull, Marc Sanglas i Lluís Llach. El manifiesto declara que “la democracia española, de acuerdo con su configuración constitucional y no constitucional, no condena ideologías contrarias a ella, no excluye de la legalidad sujetos o grupos que tengan una idea del derecho diferente a la Constitución”. Y afirma que, “justamente porque es un estado democrático, están previstos sus procedimientos para que las propuestas se puedan llevar adelante”. En este sentido, según Gemma Calvet, “todo lo que no está prohibido es legal” y “la ilegalidad es el impedimento del ejercicio del derecho a decidir”, tal como defendió en el debate presentado por José Antich.
En la misma línea, se pronunció Jaume Asens, el abogado y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona: “Una vez roto el pacto constitucional y agotado el modelo autonómico, se puede hacer el referéndum que permitiría iniciar el proceso constituyente”. Y sentenció que “la Constitución no es un dogma de fe inamovible”.