Se cumplen 25 años de la creación de uno de los Slogans más famosos de la publicidad. Así que, como no podía ser de otra manera, había que realizar un anuncio a la altura. El copy es simplemente sublime (lo mejor del anuncio sin duda), la dirección de arte espectacular. De la de fotografía mejor ni hablamos. Eso sin contar con el aluvión de estrellas a las que nos suele tener acostumbrado Nike. Y un toque brillante, Bradley Cooper como voz en Off. La dirección corre a cargo de un acostumbrado a dar el Do de pecho en esto de los anuncios (seguro que os suena el anuncio de las pelotitas de colores de Sony Bravia), Nicolai Fuglsig. Una obra de arte del estilo al que nos empieza acostumbrar Nike. Estoy seguro que una vez lo veáis, querréis repetir. Lo cierto es que cuando una empresa es capaz de valorar (en especial económicamente), la cantidad de esfuerzo y dedicación que supone crear algo así, se nota.
Ojalá hubiera menos patrañas como las que vemos a diario hasta la saciedad e invirtieran en maravillas como estas.
Aunque quien sabe, en ocasiones hay que ver muchas piedras para ser capaz de valorar un diamante.
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