-Hijo de puta, ojalá se muera toda tu puta familia; inutil, que no vales para nada, basura, eres un puto cáncer.
Insultar al teléfono con insultos fuertes, insultos de los de premio nobel, de los que hay que coger carrerilla para poder soltarlos; insultos tan brutos que pueden matar a una planta de interior.
Mucha energía desperdiciada en intentar arreglar el teléfono a base de mal rollo como si eso pudiese funcionar…
Hacerle al teléfono el “poli bueno-poli malo”, usar una rutina de interrogatorio policial para optimizar el rendimiento de un aparato electrónico.
-Mejor que funciones, que mi amigo está muy loco, que ha estado en la cárcel y se la suda todo.
Joder, engañar al teléfono cambiando la voz para que crea que les están hablando dos personas diferentes.
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