Justicia en Telecom

Leo en la prensa que la Fiscalía de París ha decidido abrir una investigación para determinar la responsabilidad de la empresa de telecomunicaciones France Telecom en una oleada de suicidios registrada en la plantilla de la compañía, que suma medio centenar de víctimas desde 2008. Siempre he sentido una gran curiosidad, no exenta de inquietud y preocupación, por todo lo ocurrido en relación con este caso, que es, en mi opinión, un paradigma fiel del capitalismo salvaje, la competitividad mal entendida, el individualismo más atroz y la falta de sensibilidad, respeto y solidaridad que conlleva la obsesión por el enriquecimiento fácil y los beneficios multimillonarios.

Mientras la empresa negaba cualquier vinculación entre sus métodos de trabajo y el número de personas que se quitaban la vida, los sindicatos, desde un primero momento, denunciaron el acoso moral y la presión que la compañía ejercía sobre la plantilla. Ahora sabemos que la Inspección de Trabajo comparte, con toda la razón, este mismo criterio y corresponde ya a la Justicia llegar hasta el final y depurar todas las responsabilidades, si las hubiera, que yo entiendo que sí. De hecho, nadie pone en duda que la tasa de suicidios en France Telecom era el reflejo directo, la consecuencia obvia, de la política de reorganización y de mando impuesta por la compañía.

Una vez más, se pone de manifiesto el rostro más cruel de las privatizaciones sin control, que implican recortes de plantilla, traslados forzosos, jubilaciones anticipadas,… que inciden de lleno en las vidas de las personas hasta conducirlas a una situación extrema. France Telecom presentó un plan que contemplaba eliminar 22.000 empleos de un total de 100.000. Para llevar adelante esta propuesta, puso en marcha una estrategia basada en la presión sobre los trabajadores y trabajadoras para que abandonasen la compañía o aceptasen endurecer sus condiciones laborales. Confío en que la Justicia haga bien su trabajo, no se deje intimidar por el poder de la empresa, y prospere finalmente la denuncia interpuesta por los sindicatos. Es importante sentar un precedente para evitar que situaciones como ésta se puedan repetir.