Son muchos los artistas perseguidos por fanáticos
descerebrados, entre ellos Justin Bieber. El joven cantante canadiense
ya estaba familiarizado con las amenzas de muerte, vía Facebook o
Twitter, pero que lo virtual pueda dar el salto a la realidad era impensable, aunque no imposible, como acaba de confirmar la
policía de Estados Unidos, que ha detenido a dos hombres cuando
perpetraban un grotesco plan para acabar con el ídolo de adolescentes.
Según informaciones del periódico 'The Sun', los arrestados son Mark
Staake y su sobrino Tanner Ruane. Ambos fueron contratados por Dana
Martin, peligroso reo que cumple una condena de 978 años de prisión por
violar y matar a una niña de 15 años en el año 2000. Todo apunta a que
Dana estaba obsesionado con el intérprete y que había ideado un macabro
plan que incluía el secuestro, la castración y, finalmente, el asesinato
de Bieber.
Da la casualidad de que los agentes encontraron en el
coche de Tanner Ruane unas tijeras de podar con las que, supuestamente,
iban a mutilar los genitales de la superestrella, que después debería
ser estrangulada con una corbata de estampado 'paysley' (especie de
lágrimas retorcidas), seña de identidad del asesino.
Fuentes policiales han informado de que Mark Staake
conoció a Dana Martin en la cárcel de Las Cruces, en Nuevo México, y que
su encargo no solo iba destinado a Bieber, sino a otras tres personas
más. Curiosamente, el complot se descubrió por las confesiones del
propio Dana a la policía, a quien alertaba de que se iba a producir el
crimen. Las razones por la que se delató aún se desconocen. El recluso
luce en una de sus piernas un tatuaje del cantante pop, de lo que se
deduce su obsesión por él.