Revista Cultura y Ocio

"Justo antes de la felicidad", de Agnès Ledig: una historia que te toca el corazón

Publicado el 04 diciembre 2015 por Lidiacasado
  Leí esta novela este verano, en la playa, y no sé si es que era el contexto perfecto o qué pero me encantó. La resé en Anika entre Libros y ahora la rescato para el blog
Justo antes de la felicidad Título: Justo antes de la felicidad
Título Original: (Juste avan le bonheur, 2013)
Autor: Agnès Ledig
Editorial: GrijalboColección: Grijalbo Narrativa

Copyright: © Éditions Albin Michel, 2013© Penguin Random House Grupo Editorial, S. A.U., 2015© Isabel González-Gallarza Granizo, por la traducción, 2015Traducción: Isabel González-Gallarza Granizo
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2015
ISBN: 9788425351938
Tapa: Blanda
Etiquetas: amistad, superación, amor, muerte, intimista, libros premiados, literatura francesa, novela, novela sentimental, solidaridad, emociones
Nº de páginas: 304

Argumento:

  ¿Puede una persona reconstruirse después de que le ocurra lo peor que le podía pasar? ¿Y puede hacerlo sola? ¿O necesita de alguien que, con tiempo, paciencia y cariño, le ayude a restañar las heridas? ¿Y quién será ese alguien? ¿Podría ser un desconocido? ¿Y un puñado de desconocidos? Agnès Ledig nos habla en esta novela de pérdida y de superación y de cómo a veces nuestro futuro está donde menos lo esperamos.

Opinión:


  Hay novelas que te tocan el corazón o te remueven algo por dentro. A veces es por lo que cuentan. A veces, por cómo lo cuentan. En este caso, por las dos cosas al mismo tiempo. Agnès Ledig nos cuenta una historia de pérdida y superación, de solidaridad y esperanza, y lo hace con un estilo inocente, sutil, tranquilo, tremendamente personal y con un precioso toque de poesía.  La historia emociona por sí misma. Ledigconstruye una novela sustentada en el concepto coalescencia, término que define al comienzo como "acercamiento de personas sensibles y heridas cuyo contacto genera una reconstrucción sólida de cada elemento a través del todo que conforman". Y con eso, ya está todo dicho. De eso habla esta novela: de heridas en el alma, de vidas rotas en mil piezas como complicados puzles que hay que volver a armar, de soledades que se unen, de granos de arena que forman una playa, de solidaridad, de lazos, de cariño, de entrega sin pedir nada a cambio, de sanación... De humanidad.  La autora nos propone una historia dura pero al mismo tiempo delicada y hermosa. Un historia hecha de historias que duelen, algunas incluso capaces de estrujar tu corazón hasta generar un nudo en tu garganta que duele más que unas anginas. Más que un dolor de muelas.  Ledig juega con las trasmisión de sentimientos y de emociones y consigue no solo que fluya la empatía entre los personajes y el lector, sino que este reflexione sobre la naturaleza de tales emociones, cómo a veces tratamos de contenerlas sin pensar en el daño que nos pueden hacer o sobre la necesidad de dejar que corran libres de vez en cuando. Aunque la excusa sea pelar una cebolla. O perder una carrera. O una tormenta en una cueva.  Y esta historia sobre el poder curativo del cariño está contada con un tono íntimo y poético. Es casi como un susurro en nuestra oreja, un mensaje en voz queda que cala hasta el fondo de nuestro corazón. Es cierto que la forma de escribir de Ledig recuerda a la de Anna Gavalda: ambas mezclan dolor y sencillez, profundidad e inocencia y ambas saben ver el mundo con los ojos de quien no ha abandonado del todo el país de la infancia.  Narrada en un presente que te mete en la historia desde el mismo comienzo y que te hace vivirla como si te estuviera ocurriendo a ti, aquí, ahora, la novela (ganadora del Premio de los Libreros Franceses en 2013) combina un narrador en tercera persona con algunos fragmentos en primera persona, diferenciados tipográficamente a través del uso de la cursiva, en los que oímos directamente la voz de Julie, la protagonista de la novela, el pegamento que une los demás fragmentos de esta historia. Una voz que dejamos de escuchar en la segunda parte de la novela para volver al final en un pasado que sirve para cierra la historia y que permite un final tan reflexivo como redondo.  En definitiva, una novela bella, amarga, dulce y poética como la vida misma, capaz de doler y esperanzar a partes iguales. Todo un hallazgo. Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.

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