La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha decidido aplazar la publicación del Informe Pisa referido a las habilidades lectoras de los alumnos españoles debido a lo malo que son los datos al respecto. Nunca, en los veinte años que lleva elaborándose este tipo de informes, nuestro país había cosechado resultados tan malos.
Al parecer la OCDE ha detectado algunas cosas raras a la hora de contestar al cuestionario por parte de los alumnos españoles, cosa que se realiza a través de internet, con lo que las acciones de los estudiantes han quedado registradas, pudiendo comprobarse que muchos de ellos emplearon menos de 25 segundos en responder a más de 20 preguntas, mientras que estudiantes que se tomaron más en serio la encuesta emplearon entre 50 segundos y 2 minutos, en función de lo rápido que pudieran leer. Además, estos estudiantes respondieron siguiendo ciertos patrones (todas “sí”, o todas “no”…).
“La extensión y concentración de respuestas de este tipo, muy rápidas y siguiendo un cierto patrón ha tenido lugar solo en España y afecta solo a los datos de rendimiento en lectura”, dicen desde la OCDE.
Independientemente de lo que haya sucedido, está claro el poco compromiso por parte de los estudiantes españoles con la lectura y con las encuestas que se realizan para tratar de mejorar los sistemas educativos de los países miembros de la OCDE.
Ya lo decía Quino, a través de su entrañable personaje Mafalda: “Si no lees estarás obligado a creerte lo que otros te cuenten”.
A mí me hubiera sorprendido, enormemente, el saber que los alumnos españoles tuvieran un buen nivel en cuanto a sus habilidades lectoras, pues yo tengo la idea de que la juventud actual no lee, lo que se pone de manifiesto en el cierre de librerías que se ha venido produciendo en todas las ciudades de España.
De hace un tiempo a esta parte, a través de Facebook, me llegan tristes noticias del estilo de “cierra en…la emblemática librería…que había abierto en el año…con lo que el pasado…ha cumplido…años”, adjuntado la foto de una preciosa fachada.
Cuando yo estaba estudiando en la universidad, en mi ciudad había cinco librerías de las cuales ahora solo queda una. Y que no me vengan con “cuentos chinos” de que la gente se descarga los libros vía internet porque, a los que somos amantes de la lectura, nos gusta tener los libros físicamente y nos gusta tener las paredes de nuestra casa cubiertas de estanterías llenas de libros. Yo, en la actualidad, vivo en el extranjero, en un país de habla no española en el que es muy complicado encontrar libros escritos en español y por este motivo me descargo libros vía internet, además de que no sé el tiempo que voy a estar en mi actual lugar de residencia y no es cosa de ir acumulando libros que tendría que dejar cuando me marchara, así es que, por este motivo, no compro libros; pero cuando estoy en mi ciudad, me encanta ir a una librería y comprar un libro. La experiencia de ir a una librería y poder pasear entre sus estanterías repletas de libros no se puede comparar con el proceso de descargarse un libro a través de internet; y el de tocar el libro y moverse entre sus páginas tampoco con el de manejar la barra de desplazamiento para avanzar o volver para atrás en su contenido. Por esta misma razón de que a los lectores nos gusta visitar librerías no me creo que plataformas como Amazon pueda vender los mismos libros que vendían esas librerías; habrá lectores a los que, por comodidad, les gustará más la idea de adquirir libros de esa forma, pero no creo que, ni de lejos, esas plataformas vendan el volumen de libros de esas librerías que han ido cerrando. Y es que la gente, en la actualidad, lee bastante menos que cuando yo estudiaba, por ejemplo.
Y todo ello se pone de manifiesto en las encuestas que, de cuando en cuando, ofrecen las televisiones de nuestro país en las que se realizan preguntas a los encuestados sobre cultura general o sobre algún tema específico sobre el que se quiera conocer “la opinión de la gente joven de la calle”; yo, cada vez que veo una encuesta de este tipo, “se me cae el alma a los pies”, viendo el poco nivel cultural que tienen los jóvenes actuales.
Y de esto tiene la culpa, en gran medida, el PSOE, con sus medidas estupendas “happy flower” del estilo de que los alumnos puedan pasar de curso con asignaturas suspendidas. Aunque también el PP.
Por otra parte, ya he comentado en algún otro artículo, el estupor que me produjo unas manifestaciones, que escuché en un video que puede verse en Youtube (Prof. Luis Alegre (Podemos)-Tus hijos son del Estado), de un profesor podemita de la Universidad Complutense de Madrid, un tal Luis Alegre, que al parecer ha sido uno de los fundadores de Podemos junto a los que conocemos “de siempre”, en las que decía “…el colmo es el argumento este de decir los padres tenemos el derecho de elegir la educación de nuestros hijos. No, mire, no, para eso está pensada, en gran medida, la educación pública, para proteger a los hijos del hermetismo de la ideología de sus padres”. En estas declaraciones de este podemita se pone de manifiesto uno de los grandes problemas del sistema educativo español: que los profesores creen que las aulas son el marco idóneo para llevar a cabo el adoctrinamiento en sus ideas. No digo que esto lo hagan todos los profesores; habrá algunas honrosas excepciones de profesores cuyos alumnos, ni siquiera, conozcan la ideología que ellos tienen, pero si digo que son mayoría.
Yo conozco algunos profesores de enseñanza secundaria, y todos son simpatizantes de las ideas de Podemos, todos están muy fanatizados publicando, continuamente, noticias relacionadas con Unidas Podemos en las redes sociales y, estoy seguro, de que todos catequizan a sus alumnos en las ideas de Unidas Podemos. Yo tengo la teoría de que esto es así por cierto sentido corporativo; de un cierto sentido de clase, pues los fundadores de Podemos han sido, todos, profesores.
O sea, que en el conjunto del Estado español los profesores de enseñanza secundaria, y universitaria, aleccionan a los alumnos en sus ideas socialistas o comunistas y en Cataluña y el País Vasco en sus ideas nacionalistas, y en el caso de aquella desde la educación primaria, inclusive, hasta ese punto llega su grado de inmoralidad de los dirigentes de la Generalitat.
Los comunistas tienen la idea de que un buen profesor de Economía sería aquel que de sus veinte alumnos consiguiera que los veinte abrazaran el comunismo; yo, por el contrario, opino que un buen profesor de Economía sería aquel que consiguiera que cinco de sus alumnos fueran comunistas; otros cinco, socialistas; cinco, liberales y los cinco restantes partidarios de una economía intervenida por el Estado en diferentes grados. Este segundo profesor ha sido mucho mejor que el primero porque les ha enseñado a sus alumnos las diferentes opciones que existen en cuanto a la forma de organizar el régimen económico de un país y ha sabido hacer que sus alumnos tengan criterio, mientras que el primero de los profesores ha sido un adoctrinador, no ha sido un profesor. Ha adoctrinado a los alumnos en sus ideas pero, quizá, no ha enseñado a los alumnos las otras opciones que existen y si lo ha hecho ha sido sin mucho “entusiasmo”.
Señores profesores, nuestros niños y jóvenes no son el inodoro en el que verter toda su basura ideológica para que, el día de mañana, cuando tengan la edad para ello, voten a un determinado partido político y para que vayan a las manifestaciones que ese partido les ordene, en defensa de los intereses que ellos les digan; los jóvenes son el más preciado tesoro que tiene un país porque de la preparación que ellos tengan, sí que dependerá que se puedan pagar las pensiones y el bienestar de los que trabajaron para darles una educación.
La juventud actual no suele tener criterio; no está preparada para llegar a conclusiones por sí misma y, debido a ello, es muy fácilmente manipulable. Y es por esto que Unidas Podemos quiere adelantar la edad en la que un ciudadano tenga derecho al sufragio activo a los dieciséis años y quiere desposeer de ese derecho, sin otro argumento que el de que se trata de un voto conservador, no recuerdo si a partir de los sesenta o de los sesenta y cinco años. O sea, que si fuera por estos “iluminados”, se daría la paradoja de que habría gente que fuera aun capaz de trabajar, realizando un trabajo intelectual de gran complejidad, pero no podría votar.
Y esta falta de criterio, esta permeabilidad a la manipulación debido a una escasa cultura se pone de manifiesto en las contradicciones que pueden verse en la España actual, que es un completo disparate en el que pueden verse situaciones tan absurdas como las siguientes:
-Homosexuales que van a manifestaciones y otros actos reivindicativos con camisetas con el rostro del Che Guevara estampado en ellas.
-Gente contraria a la Iglesia católica en base a los casos de pederastia habidos en el seno de esta, pero que, luego, defiende la difusión del Islam que tiene por costumbre el matrimonio de sexagenarios con niñas de hasta nueve años.
-Comunistas y socialistas que dicen serlo porque quieren un mundo más igualitario y quieren ayudar a los menos favorecidos y que, luego, asaltan iglesias con idea de incendiarlas, siendo la Iglesia católica la ONG más importante que hay en el mundo, que sufraga miles de hospitales, geriátricos, jardines de infancia, leproserías…y siempre dirigidos a los más pobres, representando para ellos su única tabla de salvación.
-Separatistas catalanes apellidados “García”, “López”, “Hernández”…es decir, charnegos cuyas raíces están fuera de Cataluña, que abrazan al movimiento separatista catalán y que suelen ser los más beligerantes, cuyos líderes les desprecian diciéndoles que “pertenecen a una raza inferior” y que, tanto ellos como sus ancestros (padres, abuelos…) “son bestias con forma humana”.
-Gente que se proclama, con orgullo, “comunistas” y que insulta al que no comulga con sus ideas llamándole “fascistas” o “nazis”, como equivalente a “asesinos”, cuando el comunismo ha sido el causante directo de muchísimos más millones de muertos que el fascismo y el nazismo juntos.
-Separatistas catalanes que quieren separarse de España “porque esta les roba” y que aclaman al “molt honorable” Jordi Pujol, que tiene un fortuna, guardada a buen recaudo, en bancos del extrajero, de más de 3.000 millones de euros.
-Que haya gente que reclame la instauración de una república, en base a la “maravillosa” experiencia vivida en la anterior, entre 1931 y 1936.
-Que haya gente que tache a Franco de “asesino”, “genocida”…y que luego deifiquen a Santiago Carrillo y Lluis Companys.
-Gente que tacha a los republicanos que llevaron a España a la Guerra civil en 1936 como “luchadores por la libertad y la democracia”, cuando lo que en realidad, lo que pretendían era instaurar una “democracia popular”, “la dictadura del proletariado” al estilo de la Unión Soviética de aquel entonces y a las órdenes de ella.
-Gente que protesta contra un Gobierno entrante porque realiza recortes presupuestarios, sin tener en cuenta que esos recortes han sido realizados por culpa del Gobierno saliente, que ha dejado al país arruinado.
-Votantes, y simpatizantes, del PSOE que cuando se refieren al PP hablan “del partido corrupto”, desconociendo que el PSOE, de largo, tiene en su haber más casos de corrupción que el PP y por importes muchísimo mayores.
…
Y así podría pasarme la tarde, enumerando situaciones disparatadas que ponen de manifiesto lo que es una verdad evidente: los estudiantes españoles no leen y es por eso que caen en estas contradicciones, porque se dedican a repetir como loritos las consignas acuñadas por otros.