Hoy se celebran elecciones presidenciales en Ruanda. No lo veo por las portadas digitales de El País ni de El Mundo. Sí en Público, donde además de dar la noticia, hacen una entrevista a Victoire Ingabire, opositora y líder de las Fuerzas Democráticas Unificadas, que se encuentra bajo arresto domiciliario.
'Regresó a Ruanda en enero tras 16 años en el exilio con objeto de registrar un partido político y presentarse a las presidenciales. Tres meses después ya estaba detenida y acusada de difundir la ideología del genocidio. Permanece bajo arresto domiciliario.'
También en Periodismo Humano publican una entrevista con el que fuera jefe de Inteligencia Exteriore y vicesecretario general de Seguridad Nacional en Ruanda, el Coronel Karegeya, quien en el pasado 'fue una pieza clave de Kagame, y ahora son enemigos irreconciliables'.
Por lo que nos llega, todos los opositores coinciden en hablar de elecciones amañadas y falsa democracia en Ruanda. Pero no se puede negar que el país sigue creciendo económicamente y que ya se acerca a las dos décadas de estabilidad. ¿Es lícito una dictadura 'suave' en pos del desarrollo económico?
Pocos se atreven a responder. Lo que está claro, como explica Will Ross, corresponsal de la BBC en África occidental, es que:
'Kagame sólo está dispuesto a permitir cierto grado de democracia. Lo considera el único camino para mantener la estabilidad del país tras los horrores de 1994. Puede que haya impulsado la estabilidad y el crecimiento económico, pero los críticos de Kagama opinan que el clima generalizado de opresión sólo sirve para mantenerle en el poder.'
Foto de portada: Por Oledoe