Texto y fotos © por José Manuel Beltrán.
Kalamata es conocida
por la danza Kalamatianos y los pañuelos de seda; por sus suculentas aceitunas,
miel, higos y por los ricos dulces llamados "Pastelli". Aristomenous
es la avenida principal de la ciudad, con una gran plaza, cafés y muchas
tiendas. ¡Vamos a descubrirla más a fondo!.
Kalamata tiene un pequeño puerto, capaz para albergar el atraque de un máximo
de dos grandes barcos de cruceros. No se debe uno preocupar, en absoluto, por
localizar el bus que te lleve a la salida de la terminal. En Kalamata, una vez
atracado, podrías desde tu camarote saludar y dar la mano a cualquiera de los
vecinos de la calle Navarinou/Nayapinoy.
Reducidos
son los puntos de interés de esta tranquila escala en lo que a la propia
localidad se refiere. Situada mar adentro del golfo de Mesenia, en pleno Mar Jónico, quizás sea en sus
alrededores donde encontraremos lugares de más interés. Las cuevas de Diros, en
Areopoli (90 km);
el templo de Epikourios Apollon, en Neda (76 km); el Monasterio de Vulcano y las antiguas
ruinas de Mesenia, a 32 km;
o la bella localidad de Mistra, a tan solo 19 km., que luce con la joya
de su Monasterio; son algunos de los ejemplos.
Un paseo por la ciudad.
Salvo
lo que es su paseo marítimo, a la derecha del puerto y donde se encuentran sus
bonitas playas, el centro histórico y de mayor interés de Kalamata está en la
zona norte de la ciudad. Es un fácil recorrido, siempre hacia arriba y en
ligero ascenso, pero que hasta su parte final tiene escaso interés. Mi
recomendación: tomar un taxi, hasta la Iglesia
Catedral de Ipapanti, o incluso hasta el Castillo, un poco más
arriba.
El
"Castillo de Isabel" o de
Villehardouin, por ser este quien lo construyó en el siglo XIII, nos
ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad. Posteriormente, tanto otomanos
como venecianos, efectuaron modificaciones en el mismo. En su anfiteatro,
origen de la acrópolis de la ciudad antigua de Farai, bastante reconstruido, se celebra su afamado Festival de Danza (18 al 25 de julio).
La danza Kalamitianos; sus
pañuelos de seda son otro de los atractivos de la ciudad, que conserva aires y
esencia de pueblo.
La Iglesia Catedral de Ipapanti, o
Presentación del Salvador.
Con
un diseño bizantino tradicional, es una de las mayores de Mesenia. Se construyó
en 1.839 y consagró en 1.873. En el interior, de gran belleza en su decoración,
nos encontramos con murales e iconos propios del culto ortodoxo. El más
importante de ellos, el icono de la Panagia,
es venerado más allá de los límites de Kalamata.
Este
icono, de la Virgen, data del 672 dC. y se encontró en el establo de un otomano
en el transcurso de la ocupación turca. Sufrió daños, en su parte posterior,
por causa de un incendio al igual que la cúpula de la Iglesia-Catedral, aunque
esta con ocasión de los terremotos que asolaron las ciudad en 1.886 y
1.986.
Como
suele ser habitual, a los pies del castillo, se ofrece el casco antiguo de la
ciudad. Un pequeño entramado de calles, no muy extenso, lleno de
establecimientos de hostelería. El Museo
del Folklore, el Arqueológico y la Galería Municipal de Arte se encuentran
a muy pocos pasos así como....
LA PEQUEÑA IGLESIA DE LOS SANTOS
APÓSTOLES.
En
la parte sur del casco antiguo se encuentra esta joya del siglo X. Pequeña, casi
diminuta diría yo, es el epicentro de una pequeña plaza donde se encuentra la
entrada principal al centro histórico. Lamentablemente se encontraba cerrada en
el momento de nuestra visita y nos tuvimos que conformar con las fotos desde el
exterior.
Descendemos
ya, a través de la peatonal -en parte- y cuidada Avenida Aristomeus. Se halla aquí el Ayuntamiento y el Centro Cultural. La calle, limpia y empedrada,
invita al paseo o a descansar en una de las terrazas de su plaza principal.
Aquí se instaura el monumento a los Héroes
de la Revolución, significado de la liberación del yugo otomano en 1.821.
Es momento (así lo recomiendo) de tomar un taxi para regresar al puerto pues en
la misma plaza se encuentran dos paradas oficiales. Se puede hacer el recorrido
a pie hasta el Parque de las Vías
Férreas y continuar hasta el puerto pero ya os adelanto que no tiene ningún
interés.
Las famosas aceitunas de Kalamata.
Más
allá de los monumentos, sin duda, el atractivo estrella de Kalamata lo
representan sus famosas aceitunas, de denominación de origen. Algunos dicen que
las mejores del mundo. De un color negro intenso, otras moradas casi negras,
destaca en ellas su compacta carnosidad. No solo apropiadas para la clásica
ensalada griega, también en forma de pâté resultan agradables -a la vez que
desprenden un pequeño sabor dulzón- al igual que solas. Un aperitivo más que
recomendable. En pleno Casco Histórico son muchas las tiendas y restaurantes
donde podrás saborearlas y disfrutar del Olimpo.
Ya
dentro del plan culinario, célebres son también sus riquísimos "Pastelli", dulces a base de
sésamo cubiertos de miel con los que, por cierto, nos agasajaron a nuestra
llegada a puerto, así como su aceite, uvas pasas e higos.
EL PARQUE DE LAS VÍAS FÉRREAS.
Muy
cerca del puerto, a la izquierda, se encuentra lo que hace poco tiempo era la
estación ferroviaria de Kalamata. Hoy en día se han convertido en un parque
público donde se conserva la antigua estación y quedan expuestos, para solaz
deleite de quien por allí pasee, vagones de tren de diversas épocas a los que
puedes subirte.
Dejamos Kalamata tras una caminata por su paseo marítimo. Al fondo, la
majestuosa visión del monte Taigeto,
allá -según cuenta la leyenda- donde los espartanos despeñaban a los recién
nacidos con alguna tara física. La luminosidad de esta parte del Peloponeso va
menguando dando salida a un bello atardecer. Otro destino nos espera y aquí
seguiremos contándolo. Mientras, como siempre, mi clásico deseo: Salud para
todos, ciudadanos viajeros.
Mapa de la ciudad y otros datos de interés:
Autobuses: Usar la línea 1 para desplazarse desde la playa al centro de la ciudad. Precio de billete (año 2015) de 1,20€ pagadero al chófer.
Taxis: El precio mínimo es de 3,40€. Un recorrido desde la Catedral, al puerto, puede salir por unos 5/6€.
Horarios: Castillo (martes a domingo) de 8,00 a 17,30h.; Museo Arqueológico (Lunes, de 13,30 a 20,00; Martes a domingo, de 8,00 a 20,00h); Museo de Historia y Folklore (martes a sábado de 9,00 a 13,00; domingos de 10,00 a 13,00h).