¿Cómo llegar a Kandy? En nuestro itinerario inicial no estaba previsto parar en Kandy. A pesar de ser una de las ciudades más sagradas del país, tuvimos que priorizar y habíamos decidido ir directamente de Sigiriya a Nuwara Eliya. Sin embargo, tras compartir nuestro recorrido con el conductor, nos propuso hacer una parada aquí, pues el recorrido merecía la pena hacerlo con calma, así que le hicimos caso y aprovechamos una tarde en la segunda ciudad de Sri Lanka. El trayecto entre Dambulla (nuestra última excursión desde Sigiriya) y Kandy, duró unas 3 horas.
Kandy en pocas palabras… Ciudad sagrada, danzas tradicionales, Lago Kandy
¿Cuánto tiempo dedicar a Kandy? Estuvimos sólo una tarde aquí, parada intermedia entre Sigiriya y Nuwara Eliya.
¿Qué hacer en Kandy?
– Danzas tradicionales en la ciudad sagrada
– Hacer una ofrenda en el Templo del Diente de Buda
– Bordear el Lago Kandy
-
Danzas tradicionales en la ciudad sagrada
Reconozco que soy fan de las danzas tradicionales, así que fue una buena noticia saber que Kandy, donde sólo íbamos a estar una tarde, era el sitio más adecuado donde ir a verlas.
Sin embargo, aunque las danzas en sí me gustaron, ya que fueron muy variadas y de 3 o 4 minutos cada una de ellas, el recinto creo que no era el adecuado, ya que era cubierto, tipo auditorio de colegio. Me parece que son mucho más llamativas cuando tienen lugar al aire libre, en templos, etc…
Nosotros fuimos a un sitio que se llama Kandy Lake Club (500 rupias), os recomendaría que os informéis por si hay otro sitio más agradable donde ver las danzas. La mayoría comenzaban a las cinco de la tarde.
-
Hacer una ofrenda en el Templo del Diente de Buda
El Sri Dalada Maligawa o Templo del Diente de Buda es un templo que atrae cada día a miles de devotos por conservar una de las reliquias más importantes del budismo: el canino izquierdo de Buda.
Tras morir Buda, su cuerpo fue incinerado, y sus cenizas se repartieron por diferentes lugares del mundo, en los cuales comenzaron a erigirse templos budistas. Según cuenta la leyenda, el canino izquierdo de Buda fue trasladado desde la antigua India a Ceilán (el antiguo nombre de Sri Lanka), oculto en el peinado de la princesa Hemamala, del reino indio de Kalinga.
La entrada a la Templo del Diente de Buda cuesta 1.000 rupias (los precios de las entradas para los extranjeros son desorbitados comparados con el precio de la vida aquí), y lo primero que hay que hacer es descalzarse y cubrirse decorosamente.
Recomiendo que visitéis el templo al atardecer, cuando comienza a estar iluminado… Es especialmente bonito entonces, con el Lago Kandy de fondo. No obstante, debe ser el momento del día que más fieles eligen para visitarlo, ya que cuando entramos, nos encontramos arrastrados por un montón de gente que estaba haciendo una cola larguísima para conseguir ver la famosa reliquia. Nosotros optamos por no esperar esa cola, y lo que sí hicimos fue coger los bulbos de flor que nos entregaron para abrirlos y convertirlos en preciosas flores de ofrenda. Hay hordas de personas haciendo lo mismo, es sobrecogedor y agobiante al mismo tiempo.
Personalmente, el interior de este templo no me pareció imprescindible, sí que lo es el exterior, muy agradable para pasear.
-
Bordear el Lago Kandy
La ciudad de Kandy es famosa por ser el corazón del budismo. En medio de la misma hay un precioso lago (Lago Kandy), a la que se refieren muchas leyendas del lugar. Entre otras, que la pequeña isla en su centro estaba conectada con el palacio por túneles secretos.
Como decía al principio, nuestra parada en Kandy no estaba planificada, y básicamente fue un destino en que hicimos noche, por lo que no vimos la ciudad. Si tenéis el tiempo justo como nosotros, sí que merece la pena al menos que os acerqué a ver el Lago y si es posible, lo rodeéis (es bastante grande, así que os llevará un tiempo)
Arriba, edificio en la ciudad de Kandy