Artista: Kansas
Álbum: Song for America
Año: 1975
Género: Hard prog, prog sinfónico
Duración: 1:08:09
Nacionalidad: EUA
Para empezar, es un disco impecablemente producido. Una grabación límpida, un equilibrio perfecto entre los múltiples elementos que se integran en el sexteto multivocal. El violín de Robby Steinhardt por fin ha encontrado su sitio justo, sin excesos ni ausencia, y esto es válido para todos los instrumentos. Para seguir, los planteamientos líricos de la banda e incluso la factura de sus letras, han madurado. Hay posiciones políticas de gran claridad y una poesía mejor trabajada que anuncia ya lo que vendrá con las poderosas letras de Leftoverture y Point of Know Return. Y aún más: aquí se estrena el logotipo de la banda, diseñado por Peter Lloyd, archiconocido y utilizado, con variaciones, en casi todos los álbumes de su discografía, simple e impactante, que habría de apoyar el lugar que el grupo ocupa, su fuerte identidad (millones de adolescentes de los 70 y principios de los 80 lo reproducíamos —este y los de Yes, The Doors, Genesis…— en cada hoja de nuestros cuadernos en el colegio para evadir las mentiras que repetía mecánicamente el profe de historia o la de lenguaje).
Como preludio de la suite sinfónica que da nombre al álbum, aparece un hard rock poderoso que aborda una temática estadounidense clásica: el camino, la carretera. “Down the Road” (escrita por la dupla Livgren-Walsh) narra las vicisitudes de un personaje que, perseguido por haber cometido algún crimen y por las deudas contraídas con algún mafioso, se ve obligado a huir. Es un tema rápido y fuerte, e introduce el disco anunciando que no será cualquier cosa.
Inmediatamente después viene “Song for America”. Compuesta en tonalidades mayores, por momentos festivas, esta pieza de Kerry Livgren es una obra maestra. Si, siendo latinoamericanos, especialmente mexicanos, nos daba alguna mala espina asomarnos a una apología del imperio del norte, a un discurso nacionalista gringo que hiciera eco del chauvinismo natural de ese país (y de cualquier otro nacionalismo), al rencor que solemos tener con ellos por adoptar para sí el nombre que es de todo nuestro continente, por mucho que viniera vestida con música extraordinaria, el análisis de la letra derribaba toda duda. La narración es de sorpresa ante la riqueza natural del territorio que hoy ocupa ese país; la preocupación por el ambiente que había aparecido en “Death of Mother Nature Suite” del primer disco (Kansas) y que volvería en Monolith, se coloca esta vez en la perspectiva de los nativos americanos y en su filosofía ante el entorno: no pertenece a nadie; nosotros pertenecemos a él, y describe el estado prístino de la región en el momento de la llegada de los europeos, que habrían de despojar a sus habitantes originarios y transformarlo de una manera destructiva. Sin ser una condena absoluta de la invasión (la letra respeta la visión utópica con que llegaron los primeros colonos), plantea una crítica de la historia y finaliza con una especie de esperanza por el alzamiento de quienes sufrieron la opresión a través de esa invasión. Por ello, aunque la intención de Livgren y la banda se limita al territorio que los estadounidenses conocen como América, la suite tiene validez para todos nosotros pues lo que se describe ahí pasó en todo el continente que lleva ese nombre. ¡Y todo esto dentro de un ropaje progresivo sinfónico espectacular! Al escuchar esta pieza queda clarísimo por qué Walsh y Steinhardt abandonaron el grupo después de que Livgren se convirtiera en cristiano: no estuvieron de acuerdo con el derrotero (auténtica derrota) de sus nuevas composiciones influenciadas por esas creencias, que fueron además señal de la pérdida de un poeta y músico inteligente y crítico. Vale la pena reproducir la letra:
Tierra virgen de verdes bosques,No termina aquí este álbum estupendo. Contiene otras dos suites sinfónicas, “Lamplight Symphony” e “Incomudro - Hymn to the Atman”; un blues sorprendente, “Lonely Street” y otro hard rock, “The Devil Game”. “Lamplight Symphony” tiene momentos musicales notables, pero le sobra algo de dramatismo y la poesía no parece tan cuidada. El tema (de Livgren) es el de un hombre viejo que ha perdido a su amor y espera la muerte para volver a “ser uno con ella” (la composición se siente algo impostada). “Lonely Street”, escrito por Walsh y los otros tres miembros (Ehart, Williams y Hope) es otra vez, como “Down the Road” y los temas duros del Kansas, una joya del hard prog, un blues construido con compases complejos, sobre la vida nocturna y al margen de la ley. “The Devil Game” (de Hope y Walsh) podría haber aparecido en Leftoverture: es un tema prog, enérgico, rápido; otro de los ejemplos puros del estilo Kansas, aunque la letra es algo moralista (pórtate bien o le harás espacio al diablo para que se quede con todo).
oscuras y tormentosas planicies,
aquí abunda la vida.
Valles soleados, campos montañosos,
nunca vistos en la lluvia,
aquí abunda la vida.
Ningún hombre gobierna esta tierra,
ninguna mano humana
ha mancillado este paraíso.
Esperando pacientemente,
tanto que ver
tan rico en los placeres de la Tierra.
Desierto pintado, cielo de lentejuelas,
estrellas que llenan la noche,
aquí abunda la vida.
Ríos que fluyen hacia el mar,
luz del sol pura y brillante,
aquí abunda la vida.
Ningún hombre gobierna esta tierra,
ninguna mano humana
ha mancillado este paraíso.
Esperando pacientemente,
tanto que ver
tan rico en los placeres de la Tierra.
Y la doncella yace a la espera
de que las velas lleguen a la costa.
Tierra de belleza y abundancia,
inocente, abriste tu puerta de par en par.
Los viajeros sin destino encontraron el tesoro que esperaba,
lleno de regalos más allá de sus expectativas,
leche y miel para su placer.
Del otro lado del mar llegó una multitud.
Barcos de vela sobre la ola.
Llenos con la visión de Utopía
y de la libertad que ansiaban.
Devastación, saqueo, ciegos ante la maravilla,
violan, asesinan, rompen todo en pedazos,
talan el bosque para arar su suelo.
Las carreteras son cicatrices en las laderas de las montañas.
Los edificios se alzan hacia el cielo,
gente por todas partes.
Filas interminables de casas,
desde un mar hasta el otro brillante mar,
gente por todas partes.
Así que nosotros gobernamos esta tierra
y aquí estamos
sobre nuestro paraíso.
Y soñando con un lugar,
nuestra atribulada raza
está lista para alzarse.
El vinilo cerraba con otra suite sinfónica de Livgren, “Incomudro - Hymn to the Atman”, que acumula una serie de reflexiones probablemente inspiradas en la filosofía oriental que Livgren había profesado y que eventualmente cambiaría por el cristianismo. Pero instrumentalmente tiene algunos de los momentos más arriesgados de Kansas, aceleraciones y ralentís sobre un ritmo de 2/4, improvisación y un vistoso uso del moog y otros sintetizadores (además de los duelos entre dos guitarras que son característicos de ellos).
La versión que comentamos de este excelente disco incluye como bonus la edición radiofónica de “Song for America” (una desgracia que reduce la extraordinaria suite a tres minutos), y tremendas versiones en vivo de “Down the Road” e “Incomudro” (esta última, extendida con improvisaciones hasta los 16 minutos). Para quienes disfrutan la música de esta peculiar banda en el universo del prog, este es un disco indispensable.
Lista de Temas:
1. Down the Road
2. Song for America
3. Lamplight Symphony
4. Lonely Street
5. The Devil Game
6. Incomudro - Hymn to the Atman
7. Song for America (single edit) [bonus]
8. Down the Road (live) [bonus]
9. Incomudro - Hymn to the Atman (live) [bonus]
Alineación:
- Phil Ehart / batería, percusiones acústicas y electrónicas
- Dave Hope / bajo
- Kerry Livgren / guitarras, teclados
- Steve Walsh / piano, teclados, voz
- Robby Steinhardt / violín y voz principal
- Richard Williams / guitarras