Ayer fui a la óptica, pero no vengo a hablaros de ésto, sino de algo que me encontré en la calle. Iba pasando por la calle, de camino a este sitio, cuando me fijé en una tienda, creo que era una herbolería.
A simple vista era una tienda normal, las herbolerías no me interesan, y menos porque iba con prisas, pero mi miraba se fue al escaparate, que había un pequeño marco donde ponía "la frase del día". Bajé un poco los ojos para seguir leyendo y me encontré una frase de Kant: El sabio puede cambiar de opinión, el necio nunca.
La verdad es que no sé si esa tienda cambia de frases todas las semanas, o siempre mantiene la misma, porque no suelo pasar mucho por ahí, pero el caso es que ver una frase de Kant en una tienda, me hizo ilusión, quizás porque estudio filosofía y hombre, esas cosas me gustan.
Es un modo bastante simple de acercar la filosofía a las personas. Y es un modo por el que a mí me empezó a interesar la filosofía.
Aunque claramente, ese es el primer paso. La gente no debería creer que por saber estas frases, ya saben del autor. A fin de cuentas esto son solo frases, como cosas triviales, no es la propia filosofía del autor. Hay gente que va por la vida citando frases y creyéndose eruditos. La filosofía de Kant es muchísimo más compleja que esa frase. Que cualquier frase.
Sin embargo, nada de ésto quita lo feliz que me hizo encontrarme a Kant por la calle. Encontrar que, de un modo u otro, la gente que pasara por esa calle, al menos esta semana, leería esa frase y sabrían que existió alguien llamado Kant que dijo tal cosa. Y, si son un poco más pensadores, le daran vuelta a aquella frase, y hasta incluso puede que busquen su nombre por internet.
Aunque quizás estoy confiando demasiado en la humanidad.