No fui expuesta a ustancias psicoactivas ni a desperdicios nucleares en mi infancia, motivo por el cual siempre estuve segura de que esa imagen de una lombriz con sombrerito manejando un auto-manzana debía tener algo que ver con mi memoria y no con efectos secundarios de algún otro experimento.
Hace unos pocos años, por total casualidad, redescubrí de donde provenía ese recuerdo vago y absurdo: de un mundo aún más desquiciado llamado…
“El Mundo Fantástico de Richard Scarry”.

Lo particular de los libros de Scarry, es que eran realmente muy pedagógicos y especiales para niños de hasta siete años (obviemos la edad que yo tenía cuando miraba el programa). Su idea fue crear una ciudad llamada Busytown y a través de animalitos humanizados, mostrarle a los chicos las cosas básicas que ocurrían en un pueblo. Cada personaje representaba a algún arquetipo de habitante y Scarry ponía especial atención en representar de forma muy fiel las vestimentas, costumbres y sobre todo la arquitectura de diferentes ciudades del mundo.

Otra particularidad es que los animales viajaban en autos que representaban sus intereses o deseos, y en general teníanla forma del alimento preferido de cada especie. Situaciones así mostraban tanto los libros como la serie de TV emitida desde 1993. También se adaptaron sus libros a películas, como ”Richard Scarry’s Best Silly Stories” y “The Busiest Firefighters Ever”.
Scarry murió en 1980 de cáncer de esófago, pero todos sus borradores y dibujos forman parte de la colección de la Universidad de Connecticut, donde se estudia la obra de este autor desde su óptica pedagógica.
Que la Fuerza los acompañe!
=Malena=

