Karen Carpenter (New Haven, 22 de marzo de 1950) fundó junto a su hermano Richard "The Carpenters", uno de los grupos más exitosos y emblemáticos de la música popular americana de los años sesenta y setenta. Ella comenzó tocando la batería, y de hecho eso era lo que siempre quiso ser, una chica tocando la batería al fondo del escenario y pasando desapercibida al público, pero cuando su voz fue descubierta en los estudios de grabación por los magnates de la discográfica que los lanzó por primera vez tras haber ganado un concurso de grupos, ya no hubo marcha atrás para ella.
Su hermano Richard, celoso y ambicioso hasta el extremo y alimentado por unas enormes ansias de éxito y reconocimiento, tuvo que ver cómo su hermana era puesta en primera línea de escenario y expuesta al mundo por su maravillosa voz, que, dicho sea de paso, para mí y para muchas otras personas es una de las más bonitas que se han oído nunca, con perdón de todas las Adele, las Mariah Carey y las Aretha Franklin del mundo. Karen era una chica introvertida e insegura que se veía abocada a cantar hasta la extenuación para hacer felices a sus padres y a su hermano, unos seres sedientos de éxito y dinero que no dudaban en explotarla hasta el extremo. Karen quería descansar, quería dormir y sentarse en el sofá, quería comerse un pastel en un bar y escribir canciones en una servilleta, pero su familia le pedía un nivel de exigencia tan alto que no podía respirar. Estaba cada vez más delgada y cada vez comía menos, pero a ellos no les importaba, pensaban que no valía la pena perder el tiempo en eso, en su falta de apetito y en su cara cada vez más demacrada y su cuerpo cada vez más cadavérico. Quería formar una familia, tener unos hijos a los que amar y a los que darle todo el apoyo y el cariño que su familia nunca le había dado, y por eso se casó con Tom Barris, un hombre mayor que ella que le dijo que tenía la vasectomía hecha unos días antes de la boda. Ella quiso suspender la ceremonia, pero su madre, como buena matriarca déspota que era, le dijo que las invitaciones estaban enviadas y que tenía casarse fuera como fuera. El resultado de eso fue que solo aguantó un año con Barris, del que se separó con una gran frustración y desilusión en su corazón. En el último año de su vida, Karen trataba de no salir mucho ante el público, y si lo hacía se vestía con ropas extremadamente holgadas que la hacían parecer un payaso y una persona descuidada y carente de gusto. Había pasado por varias terapias para volver a comer con normalidad, pero ya era demasiado tarde, pues su cuerpo estaba fuera de control. Unos días antes de su muerte, Karen dijo a sus familiares que sentía como si el corazón fuera a salírsele del pecho, pero éstos pensaron que solo se trataba de otra dolencia más, otro dolor físico de entre los muchos que decía sentir desde hacía años. Unos días tras quejarse del dolor en el pecho, Karen, de treinta y cuatro años, cayó muerta en casa de sus padres, en la planta de arriba, en la habitación que había sido suya hasta que se había independizado para irse a un apartamento ella sola. La autopsia reveló que llevaba mucho tiempo abusando de un jarabe que servía para inducir el vómito y que su cuerpo estaba en un estado de deshidratación y desnutrición tal que era incompresible que hubiera vivido así tanto tiempo. Además, quienes hicieron la autopsia, descubrieron también varios pinchazos en uno de sus brazos, lo que llevó a la revelación de que había estado ingresada en un hospital hacía unos meses para ser alimentada intravenosamente debido a que su delgadez era tan extrema y su alimentación tan deficiente que si no lo hubieran hecho habría muerto de hambre. Tras su muerte se supo mucho más. Se supo que había estado luchando contra la anorexia durante años y que había hecho varias terapias para dicha enfermedad, terapias que habían fracasado porque los Carpenters, personas de la América profunda de mente estrecha, se habían negado a darle el apoyo y el cariño que los terapeutas les habían pedido para el éxito de las terapias. Los Carpenters se avergonzaban de la enfermedad de su hija, poco conocida en aquellos años y tachada de capricho de niñas díscolas y mal criadas. Tras la muerte de Karen se realizó una película llamada "The Story of Karen Carpenter" que fue retirada de los cines al poco de salir porque los todopoderosos Carpenters lograron que desapareciera de las salas con el pretexto de que el director no había pedido los permisos necesarios para las canciones del grupo que salían en ella, aunque he de decir para quien la quiera ver que se encuentra en youtube, ese mundo en el que se puede ver todo lo que ha sido retirado y prohibido en el mundo entero. Karen Carpenter era una cantante y batería con un talento fuera de toda duda, pero tener que navegar todo el tiempo entre la falta de cariño y protección de sus padres y la ambición y el cinismo de su hermano acabó por enfermarla. Tuvo que lidiar durante años con un terrible secreto, la anorexia, esa horrenda enfermedad que se lleva cada año a cientos de personas y que es el reflejo más crudo y bestia de una sociedad que nos exige una perfección que no podemos tener. Alguien debería haberle dicho a Karen que era hermosa y talentosa y que tenía derecho a tener hijos y a ser feliz, pero todos estaban demasiado ocupados en exprimirla para hacer nada de eso. Espero que este post sirva de homenaje a Karen Carpenter y a su hermosa voz y que sea un recordatorio de que hay mucha gente ahí fuera matándose de hambre y destruyendo su cuerpo porque no tienen a nadie que les recuerde que todo el mundo tiene cualidades positivas y que cada persona es única y no el reflejo de los demás. Espero que allí done esté Karen ahora sea todo lo feliz que no pudo ser aquí en la tierra.
Karen, te recordaremos siempre...
http://www.youtube.com/watch?v=CRhkk1C26QQ