El último de esos momentos fue hace poco y decidí que el regalo tenía que ser algo realmente especial para mí. Y ese regalo tenía nombre propio: Karen Mabon. No tuve dilemas en mi elección como otras veces, ¡lo tuve claro!
Toda su colección es una delicia, una maravilla de detalles bien cuidados y originales. No pude quedarme sin pedir para mí su Swimming Pool. Un collar hecho expresamente para mí, ¿si o no?
El paquete tardó unas tres semanas y llegó de Edimburgo en un packaging perfecto. Su caja grabada con el collar bien colocado, una postal con una de sus ilustraciones y su agradecimiento con su firma en el reverso.
Estoy segura de que lo llevaré siempre en momentos especiales porque me hace sentir bien y es la joya más bonita y especial que haya tenido jamás. 
