El videoclip de hoy es una buena muestra de cómo nosotros hacemos la mitad de la película que vemos. El cine trocea y nuestro cerebro recompone. Una bellísima peli de Gustav Johansson y Niklas Johansson, suecos que se dedican al mundo de la publicidad y el videoclip.
Dejando a un lado la evidente potencia visual son capaces de contarnos una historia sólo viendo pedacitos de la misma. Usando constantemente los planos detalle rodados con macro de diferentes acciones, y ese es el acierto narrativo, enseñar justo lo que nos va a contar la historia.
Bellísima escasa profundidad de campo, es lo que tienen estas lentes, y todavía Niklas es capaz de conformar una gran fotografía en esos planos casi impresionistas donde todo son manchas de colores.
El montaje es un acierto, picado, directo, tan sucinto que sólo así se podría contar la historia. Tan preciso que sólo se me viene a la mente una cuchilla de afeitar de las de antes. De las que cortan venas y se llevan de un collar al cuello cuando nos pasamos con el rimmel y quedan ojos de mapache. De esas.
La música le va como anillo al dedo, todo sea dicho, es de Karl X Johan, y con este videoclip se han llevado unos cuantos premios. No es para menos.
Enjoy it!
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