Revista Cultura y Ocio

Kaspárov y los Hijos del cambio

Por Mauriciojaviercampos @mauriciojcampos
Kaspárov y los Hijos del cambio"Tanto y tan pronto; esta es mi consigna o quizá mi epitafio".
Garri Kaspárov, ex-Campeón del mundo de ajedrez (1985-2000), escritor y activista político. El campeón más joven de la historia del ajedrez nació en 1963 en Bakú, ciudad de la república soviética de Azerbaiján, y en 1978 se adjudicó el título mundial juvenil. En 1984-1985 compitió con el entonces campeón del mundo Anatoli Kárpov y lo despojó de su título.
En el libro Hijo del cambio -reeditado en varias oportunidades-, relata su ascenso a la cima del ajedrez y todos los obstáculos que tuvo que sortear hasta alcanzar el ansiado título mundial. Analiza los cambios acontecidos en la Unión Soviética de aquellos años, la dura lucha entablada contra el viejo sistema político que intentó frenarlo en sus ambiciones deportivas y el advenimiento de Gorbachov.
Cita a Vissotski, en cuyos poemas se ve reflejado:
Mucha gente vive sus vidas sentadas en la costa y mirando, con mucha atención, a otros que se rompen las espaldas y los cuellos/ en las rocas cercanas./ Lamentan un poco su muerte, pero desde lejos./ Mi turno llegará, siento el viento empujándome más cerca del borde./ Es como una pesadilla, el presentimiento/ de que también me romperé el cuello y la espalda./ Y la gente lamentará un poco mi muerte, desde lejos.
Y también:
El domador gritó, los animales/ estaban poniendo sus garras en la camilla./ La frase sin embargo era sencilla y precisa./ Él estaba demasiado seguro de sí mismo,/ el serrín estaba absorviendo su resentimiento y su sangre.
Sostuvo en los años ochenta: "Creo que estoy comprometido en una batalla por los principios universales que deberían aplicarse por igual en el este y en el oeste. Esta es una larga y solitaria cruzada (...) Mucha gente no siente la presión de los valores universales en la vida. Otros, al notar algo anormal, tratan de apartarse de las excesivas emociones. Otros están de acuerdo en sacrificar su paz y su comodidad y en dar unos pocos pasos por este difícil camino, pero luego al tropezar con obstáculos inesperados, lo abandonan. Sólo muy pocos siguen sin mirar atrás, obedeciendo un instinto insaciable en su lucha por la justicia. Y todavía unos pocos más son lo suficientemente afortunados de caminar por el camino difícil conscientemente, totalmente informados de lo lejos que está el objetivo y de qué limitadas son sus capacidades. Aunque no soy religioso, soy optimista y maximalista. Acepto todo lo que la vida me da. Estoy siempre seguro de que me pase lo que me pase será para lo mejor. Con una gran cantidad de energía, ingenuidad y sentido del humor, un hombre puede lograr todos sus deseos.
La verdad, cualquiera que sea la exigencia, está siempre en desventaja (...) Creo que tenemos la obligación de actuar para cambiar las cosas para mejor, tanto para el presente como en nombre de los que vendrán después de nosotros en el futuro. Debemos actuar en respuesta a la gran llamada de la raza humana. Quizás tendremos éxito o tal vez fracasemos. Pero cuando el final de la partida llega, debemos decir: el destino demostró ser más fuerte que él, hizo lo que pudo y lo que tenía que hacer".

Volver a la Portada de Logo Paperblog