Kathia y Sascha, boda en un ático en el centro de Madrid

Kathia y Sascha son una pareja única. Kathia panameña, Sascha Alemán. Tan distintos, tan arrolladores, tan maravillosas personas, que el destino no podía hacer otra cosa que unirlos y así de claro lo tenían ellos. Kathia y Sascha, boda en un ático en el centro de Madrid

Cuando Kathia me contó el sueño que tenía para su boda lo tuve claro. Teníamos un gran reto por delante. Una boda en un piso particular en el centro de Madrid no es algo fácil de manejar en términos logísticos, pero cuando conocí de primera mano su casa entendí perfectamente el por qué de no querer celebrar el día más especial de sus vidas en otro sitio que no fuera ese.

Un maravilloso ático en plena plaza de España, con las vistas más increíbles de Madrid. Una terraza en diferentes alturas que nos dio algún que otro quebradero de cabeza pero que fue el corazón de la fiesta y que convertimos en un sueño decorativo de luces y flores.

Como la mayoría de invitados venían de Panamá y de Alemania, decidieron hacer algo especial para ellos, comenzando por un tour en un autobús descapotable por el centro de Madrid con Kathia y Sascha como guías de lujo.

Recorrieron los lugares más turísticos de Madrid, haciendor un alto en el camino para el Brunch que ofrecieron a sus invitados en la terraza del Palacio de Cibeles, que reservamos en exclusiva para ellos, con más vistas maravillosas de la plaza de Cibeles y el Paseo del Prado.

Kathia y Sascha, boda en un ático en el centro de Madrid

Tras el alto en el camino para reponer fuerzas, las maravillosas hijas de Sascha prepararon junto a sus primas un baile en el parque del Templo de Debod, un lugar de gran importancia para los novios, con el que emocionaron a los novios y al resto de invitados.

Desde allí Kathia y Sascha con las niñas macharon hacia la casa adelantándose al resto de invitados en un cochazo clásico para comenzar con los preparativos de la ceremonia…

Y así fue como en su maravillosa casa, rodeados de alemanes, españoles y panameños, alegrías y emociones que dejaron escapar alguna que otra lagrimilla y muchas, muchísimas risas, fuimos testigos de como Kathia y Sascha se dieron el sí.

Y como colofón, una charanga, elemento típico e imprescindible en toda boda panameña que se precie, amenizó en vivo el final de la velada tan maravillosa que tuvimos el inmenso placer de organizar, vivir y disfrutar junto a estas dos increíbles personas.