Katy Perry llenó de colorido el descanso de la Super Bowl con un gran show.
En 12 minutos, la cantante californiana interpretó 7 canciones y contó con la ayuda de Lenny Kravitz y Missy Elliot.
Ante más de 70 millones de telespectadores, la cantante comenzó su actuación con ‘Roar’, a lomos de un felino robótico.
Continuó su actuación en un tablero de ajedrez, acompañada de hombres disfrazados de piezas de ajedrez, con el tema ‘Dark Horse’, y Lenny Kravitz cantó con ella ‘I Kissed a Girl’. Se rodeó de palmeras, pelotas de colores y delfines de peluche para interpretar ‘Teenage Dream’ y ‘California Girls’. Seguidamente, entró en escena Missy Elliot para cantar con ella ‘Work It’ y ‘Lose control’. Su presentación terminó a lo grande: subiéndose a una estrella fugaz para recorrer el estadio con ‘Firework’, mientras los fuegos artificiales alumbraban el cielo. Destacar que Katy Perry cantó en directo todas las canciones, cambió de vestuario con cada ambientación y supo estar a la altura de lo que supone la Super Bowl.