Revista Opinión
Katyn, Polonia y una cruel ironía del destino
Publicado el 10 abril 2010 por Jaque Al NeoliberalismoEl bosque de Katya, en la ciudad de Smolenks, cerca de la frontera con Bielorrusia, fueron ajusticiados en 1940 más de 20 mil civiles polacos en manos de la policía secreta rusa. Los rusos de Stalin culparon a los nazis de este holocausto y sólo en 1990, Mijail Gorbachov reconoció los hechos. Si las relaciones entre Rusia y Polonia era débiles, con la confesión de culpa se agravaron. Por eso el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, accedió a viajar a Smolenks a rendir un homenaje a las víctimas de la masacre. Sin embargo, la densa niebla impidió al piloto ver la espesura del bosque y los árboles cortaron las alas al avión, que se precipitó a tierra y no dejó sobrevivientes.
En el accidente aéreo murieron también el presidente del Banco Nacional de Polonia y el jefe del Estado Mayor. De conformidad con la Constitución polaca, el presidente de la cámara baja del Parlamento se convierte en el jefe de Estado interino tras la muerte del presidente, y debe llamar a elecciones presidenciales anticipadas en un plazo de dos semanas, y las elecciones deberían realizarse en un plazo de dos meses.
La tragedia podría ser un revés para una economía sana y de más rápido crecimiento de Europa. Polonia es uno de los mejores ejemplos de un país que ha sorteado con éxito la transición de una economía de planificación centralizada a una economía capitalista de mercado. Y debido a que una parte significativa del PIB de Polonia proviene de su economía local, el país se ha mantenido relativamente estable y ajeno a la incertidumbre que envuelve al resto de Europa.
El crecimiento económico de Polonia se vio impulsado por un mercado de consumo interno creciente y con el apoyo de políticas económicas que alentaron la inversión extranjera y mantuvieron baja la inflación. Kaczynski fue una figura controvertida en la escena mundial dado su fuerte caracter nacionalista, pero su postura encuentró la acogida de muchos polacos, especialmente de los tradicionalistas y las regiones rurales.
En la era Kaczynski hubo una serie de logros nacionales que impulsaron la economía polaca y permitieron alcanzar una mejor calidad de vida para muchos polacos. El desempleo se redujo en cuatro puntos porcentuales, y Polonia se convirtió en la economía de más rápido crecimiento en Europa central y oriental.
Hace un par de años, el cineasta polaco Andrzej Wajda presentó Katyn, la masacre de 20.000 polacos en manos rusas llevada al cine. Fue un éxito por su calidad e incluso fue la candidata del año 2009 al Oscar a la Mejor Pelícuia Extranjera. No se deja de ser una cruel ironía del destino este trágico accidente que se hacía para rendir un homenaje a las víctimas de aquel genocidio.
Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización