Algo menos de seis años han pasado desde que Kay Wilson y su amiga Christine Luken fueron atacados por dos terroristas palestinos armados durante una excursión en el bosque de Jerusalén fuera de Beit Shemesh.
Luken fue asesinada en el ataque y Wilson, que sobrevivió, a pesar de sufrir más de diez puñaladas, fue capaz de ayudar en la captura final y el encarcelamiento de los terroristas.
Desde entonces ha dedicado su vida para evitar que Gran Bretaña transfiera fondos a la AP, entidad financiadora del terrorismo palestino.
Wilson ha dado numerosas conferencias a diferentes sectores de la opinión pública británica incluyendo a los miembros del Parlamento y sus esfuerzos han dado sus frutos. Recientemente, el Parlamento británico decidió suspender la transferencia de 25 millones de libras a la AP.
La decisión fue tomada después de que más de tres millones británicos firmasen una petición promovida por Wilson solicitando que cese la transferencia de fondos de Gran Bretaña a los árabes palestinos.
Fuente: Arutz Sheva.